Fernando Ortiz, un estratega con historias cruzadas en el fútbol mexicano, vivirá una Final de Liga MX con un toque especial. Tras su paso por el banquillo de América y Monterrey, donde nunca llegó al partido decisivo, ahora contempla a estos gigantes disputarse el título. Desde su trinchera actual al frente de Santos, Ortiz expresa una orgullosa satisfacción al observar cómo su huella sigue viva en ambos equipos, cual monarca observando cómo sus descendientes combaten por el trono.
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El carnet de un estratega confidente
Con una mirada introspectiva, Ortiz manifestó, «Se ve que hago un buen trabajo«, reflejando una confianza comparada con un arquero que sabe cómo detener cada embate. Posicionado sin titubeos, el timonel argentino se mantiene optimista sobre la posibilidad de que algún día le toque a él encabezar una final, como un barco que inexorablemente encontrará puerto.
El juego de las expectativas
En el análisis de la gran final, Ortiz destacó que tanto América como Monterrey poseen plantillas fuertes y con hambre de gloria, como grandes felinos al acecho. No obstante, fiel a su estilo cauteloso, evitó decantarse por un favorito, dejando la contienda como un universo de posibilidades. «Cualquiera que sea campeón merece ser campeón», recalcó, asegurándose de no abrir cartas prematuramente en esta baraja de emociones.
Mientras la fecha para el primer duelo se acerca, el mundo del fútbol seguirá atento a este épico encuentro, donde cada balón se disputará con el ímpetu de un vendaval. Con la lupa del respetado Ortiz sobre ellos, tanto Águilas como Rayados buscarán dejar su propia marca en el césped, en una noche que promete convertir sus sueños en realidad. ¿Quién levantará la anhelada copa? El campo tiene la última palabra.