Cruz Azul se llevó la victoria ante Tigres con un penal que dejó más de una opinión dividida, asegurando su lugar en la Final de la Copa de Campeones de la Concacaf 2025. Un encuentro repleto de emociones vivas, que incluso tuvo un fuerte conato de bronca entre los jugadores, terminó con un global de 2-1, dejando a los felinos con un sabor amargo luego de luchar hasta el silbato final.

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El polémico penal que marcó la historia
En el minuto 78 del partido, la tensión se palpitaba en el aire. Un embate furibundo de La Máquina culminó en una jugada que provocó controversia: Marcelo Flores intentó desviar un remate, pero su mano se interpuso. El árbitro no dudó y señalizó la pena máxima, condenando así al equipo dirigido por Guido Pizarro a un destino incierto ante un disparo que podía cambiarlo todo.
Fue Ángel Sepúlveda quien tomó la responsabilidad de cobrar el penal, y con un disparo certero al centro, logró vencer a Nahuel Guzmán, quien se había percatado de su intención, pero no pudo detener el buen tiro. El grito de gol resonó en el Estadio Azteca, desatando la euforia de los aficionados celestes, mientras la afición de Tigres se preguntaba cómo había llegado a esta decisión.
Polémicas y tensiones en el campo
El duelo no se limitó solo al penal que definió el rumbo del juego. En el transcurso, se gestaron más situaciones de tensión. Una jugada similar al penal de Flores a favor de Cruz Azul fue ignorada, lo que encendió aún más los ánimos. Y como si fuera poco, un conato de bronca se desató luego de que Willer Ditta provocara a Gorriarán, dando pie a un empujón que despertó la ira de ambos planteles. El ambiente se encendió, dejando a un jugador del cuerpo técnico de Tigres amonestado por el árbitro, que tuvo que intervenir para calmar las aguas.
Aunque la tensión estaba a flor de piel, lo que realmente importa son los tres puntos que llevan a Cruz Azul a la final. Aprovecharon la oportunidad y ahora se preparan para enfrentarse al Vancouver Whitecaps, un equipo que ha dejado su huella eliminando a equipos de renombre como Monterrey, Pumas y hasta el Inter de Miami de Messi.

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Cruz Azul ha hecho lo necesario para soñar grande en esta competencia, sacando fuerzas de flaqueza y mostrando que, hasta en los momentos más difíciles, hay que luchar con determinación. ¡El fútbol sigue siendo una montaña rusa emocional!
