La situación de Ángel Sepúlveda en Cruz Azul es como un rompecabezas complicado, donde las piezas no encajan del todo. Mientras La Máquina se encuentra en la búsqueda de un reemplazo para el delantero, el jugador ha recibido un reconocimiento que lo coloca en el ojo del huracán: ha sido nominado como Jugador del Año en Concacaf.

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El anuncio, dado a conocer el 19 de septiembre a través de las plataformas oficiales de la Confederación, destaca con orgullo que Sepúlveda fue el faro guía de Cruz Azul en la Champions Cup y que, además, se alzó como campeón con la selección mexicana en la Copa Oro. Estos logros han sido los cimientos de su nominación, aunque no será un camino de rosas, ya que tendrá que luchar por el galardón ante nombres rimbombantes como Edson Álvarez y Raúl Jiménez, sus compañeros del Tri, además de tener competencia de figuras como Jonathan David de la Juventus y el norteamericano Malik Tillman del Bayer Leverkusen.
El Eterno Problema del Cuate
Este no es el primer capítulo de desconfianza que vive Sepúlveda en su carrera. En equipos como Chivas, Tijuana y Necaxa, ha tenido que batallar contra la sombra de la duda. No fue sino hasta su llegada a Cruz Azul, primero con Martín Anselmi y luego con Vicente Sánchez, que llegó a brillar como titular y aprovechar su potencial.
Bajo la dirección de Nicolás Larcamón, el delantero ha disfrutado de momentos de protagonismo, pero las murmuraciones sobre una posible salida del equipo a cambio de un jugador extranjero no cesan. Las manecillas del reloj siguen avanzando, y habrá que estar atentos a cómo se desarrolla esta intrigante trama en el futuro del Cuate.
