Sin duda alguna, el mercado de fichajes del fútbol mexicano es un escenario lleno de intriga y secretos mejor guardados que un truco de mago. En el caso de los Pumas de UNAM, se ha tejido una historia de idas y vueltas en torno a un refuerzo que, a pesar de las promesas del club, terminó siendo traspasado por una millonada de dólares. Este jugador podría estar desplegando su talento en el torneo Apertura 2024 de la Liga MX.
Oportunidades y desacuerdos en el mercado
Durante el mercado de verano, los nombres de David Martínez y Niclas Eliasson resonaron con fuerza en el Pedregal. Martínez abordó su futuro profesional con una lesión que frenó las negociaciones, mientras que el precio inflado de Eliasson lo mantuvo en el AEK de Atenas hasta 2028. Un culebrón digno de una telenovela mexicana, donde el drama y la expectación mantuvieron a los fanáticos en vilo.
El sueño que no fue: Marquinhos
Pero quien realmente tenía a la afición Auriazul con el corazón en un hilo era el brasileño José Marcos Costa Martins, o como le apodamos con cariño, Marquinhos. Este delantero, capaz de desequilibrar por cualquier costado del campo, brilló en el radar felino como un diamante en bruto. Sin embargo, el club Ferencváros de Bulgaria, envió señales mixtas afirmando que no estaba en venta, a pesar de que los Pumas tenían un acuerdo verbal con el jugador. ¡Vaya novela de enredos!
La gran sorpresa
Contrario a lo que anunciaban desde las oficinas del club universitario, Marquinhos sí estaba disponible y el FC Spartak de Moscú lo aprovechó, desembolsando la nada despreciable cantidad de 5.5 millones de dólares en agosto de 2024. Como dice el dicho, «el que no arriesga, no gana», y parece que los Pumas dejaron pasar la oportunidad de oro entre sus dedos.
Un nuevo capitán en el barco
Mientras tanto, los Pumas no quedaron con las manos vacías. Ignacio Pussetto llegó como el nuevo rostro en la delantera, cobrando vida en el campo con su camiseta número ’23’. Este argentino fue fichado por 1.5 millones de dólares y firmó un contrato hasta 2027, con la misión de llenar el vacío que Marquinhos dejó en las aspiraciones de los felinos.
Así, el mundo del fútbol sigue girando, con giros inesperados y decisiones que nos mantienen al borde del asiento. La comunidad Auriazul sigue expectante, con el corazón palpitante y los ojos puestos en las nuevas promesas que portarán con orgullo la camiseta de los Pumas. Como una buena saga, siempre hay un capítulo esperando ser escrito.