Cristian «El Chicote» Calderón dejó el campo en lágrimas durante el partido entre Necaxa y León. Una lesión lo obligó a abandonar el terreno de juego antes de tiempo, sembrando la preocupación tanto entre los aficionados de los Rayos como en el propio jugador, que no pudo ocultar su dolor.

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Un momento angustiante
Fue cerca de la media hora de juego cuando el Chicote se detuvo, se tendió sobre el césped y cubrió su rostro con la camiseta. Como si el propio fútbol le hubiera dado un golpe bajo, el jugador quedó inmóvil en el suelo, provocando la rápida entrada del cuerpo médico. Aunque no fue sacado en camilla, la preocupación era palpable; algo no andaba bien.
Un adiós inesperado
El extremo izquierdo dejó el partido, visiblemente afectado y apoyándose en el personal médico. Las lágrimas corrían por su rostro, dejando claro que la lesión podría ser más seria de lo que se temía.
Por ahora, el club no ha emitido un comunicado oficial sobre el diagnóstico de su jugador estrella. Se espera que en las horas siguientes se anuncien detalles sobre la naturaleza de la lesión y si requerirá un largo tiempo de recuperación o si se trata de algo más leve.
El lugar de Calderón fue ocupado por Franco Rossano, mientras Necaxa se encontraba a la caza de un empate, con una desventaja de 1-0 ante León, que también estaba sufriendo, ya que James Rodríguez observaba desde el banco debido a una lesión similar.

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En un juego donde las emociones estaban a flor de piel, la preocupación por la salud de los jugadores eclipsó por un momento la pasión del encuentro. La afición espera que tanto Calderón como Rodríguez puedan regresar pronto a la cancha, porque el fútbol necesita de su magia.
