Este viernes, la pasión desbordó en el ambiente futbolístico de Guadalajara. Los seguidores de los Rojinegros del Atlas se hicieron escuchar con fuerza, realizando una emocionante «serenata» en el hotel de concentración de su equipo, justo antes del célebre Clásico Tapatío contra Chivas. La afición Rojinegra llegó armada con bombos, trapos y banderas, mostrando un fervor que podría compararse con una tormenta que se avecina sobre la ciudad.
La Marea Rojinegra
Cerca de 300 fanáticos enfervorizados se congregaron a las puertas del hotel, transformando la atmósfera con su energía vibrante. Los cánticos eran una mezcla de desafío y esperanza, voces que resonaban como el rugido de un león en la jungla futbolera: «Jugadores, jugadores, piensa en mí, por la camisa de Atlas hay que ganar o morir», seguido de «Pongan hue..s, hue..s Rojinegros, pongan hue..s, hue..s sin cesar que ante Chivas cueste lo que cueste, contra Chivas tenemos que ganar».
El Emotivo Encuentro
La colorida escena, adornada con trapos, banderas, bengalas y la típica camiseta rojinegra, se extendió como un manto sobre el lugar. El aliento de La Fiel envolvía a los jugadores como un cálido abrazo de confianza antes del crucial enfrentamiento en el Estadio Akron. Los futbolistas, emocionados y agradecidos, salieron a la terraza para unirse al canto y sentir el latido unitario de su hinchada. El tradicional lema Rojinegro: “Arriba el Atlas, cabrones, Arriba el Atlas, cabrones, uy, uy, uy” se elevó en el aire, un estallido de emoción que solo el fútbol puede evocar.
Protestas entre la Alegría
Durante la celebración, un grupo de aficionados aprovechó la ocasión para expresar su descontento con un «trapo» que sentenciaba: “Estamos por los colores, no por la directiva”, evidenciando la fractura con la cúpula directiva tras el incumplimiento de un acuerdo para pintar de color el entorno del Estadio Jalisco. Esta manifestación de protesta permeó entre los momentos de júbilo, recordando que la pasión del fútbol también lleva consigo exigencias y descontentos.
Esta serenata es el preámbulo de un clásico que promete ser un choque de titanes, donde el estadio será una caldera hirviente de emociones y el juego, un ballet de destreza y estrategia sobre el césped.
