El técnico argentino Martín Anselmi y Cruz Azul están pasando por un momento agridulce en el Apertura 2024 de la Liga MX, llevando a que el prometedor mediocampista Andrés Montaño carezca de protagonismo. Este jugador, quien mostró un rendimiento fulgurante con Mazatlán en torneos anteriores, no ha logrado ser la estrella que esperaba el club Cementero.
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Un diamante en bruto que aún no brilla
Anselmi ha demostrado ser un maestro que sabe sacar el mejor desempeño de su grupo de jugadores, funcionando como un reloj suizo en este torneo. Sin embargo, Montaño ha sido la excepción. En la mente de los aficionados todavía hay una gran expectativa por ver brillar a este joven prodigio.
Un gasto significativo y grandes expectativas
La directiva del Azul apostó fuerte por Montaño, firmándolo por 4.1 millones de dólares y asegurándolo hasta junio de 2027. Esta inversión tuvo lugar a pesar del interés de gigantes como Chivas de Guadalajara y Pumas de la UNAM. El joven de 22 años asumió el manto del dorsal ’10’, un número que en el club ha sido sinónimo de desafíos. Con experiencia en varias categorías de la Selección Mexicana, se esperaba que Montaño fuera una chispa creativa en el campo, pero el encendido ha sido más lento que de costumbre.
Decepciones y esperanzas para el futuro
Desde su debut con el club, Montaño ha disputado 21 partidos, sumando 524 minutos con una sola asistencia a su nombre. No ha logrado completar un solo partido y desde octubre su tiempo en el campo ha sido menor a 60 minutos. Sus números con Mazatlán, en contraste, fueron mucho más alentadores: 61 partidos, ocho goles, y dos asistencias, con una presencia constante en el equipo.
La Máquina no pierde la esperanza: Montaño tiene todavía tres años de contrato y un valor de 2.4 millones de dólares en su carta. Con cualidades como mediocentro y mediocampista ofensivo, aún queda camino por recorrer y tiempo para que logre consolidarse, mostrando finalmente su potencial en el campo de juego. Aunque los minutos en la cancha han disminuido, no se descarta un renacer en su carrera.
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Cruz Azul está en busca de un Plan B, pero por ahora, los ojos se mantienen en Montaño, esperando que en cualquiera de estos partidos estalle cual volcán en erupción, demostrando de qué material se encuentra hecho y por qué generó tanta expectativa.
