Andrés Guardado: Un anhelo frustrado de despedirse como Rojinegro. El histórico mediocampista, quien debutó en el Atlas en 2005, alzó la voz acerca de su deseo inquebrantable de retirarse en el club que le vio nacer. Sin embargo, nunca llegó la oferta de Grupo Orlegi, actual propietario del equipo. En el pódcast «Por mis Pelotas», Guardado, ex capitán de la Selección Mexicana, expresó con firmeza que siente mayores lazos con el Atlas que quienes hoy ocupan los asientos directivos.

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El sueño inconcluso de cerrar un ciclo
Guardado compartió que desde siempre quiso colgar los botines en el club que lo formó. “Me hubiera encantado retirarme en Atlas, todo el mundo lo sabe. Pero la directiva actual no lo vio así o no le interesó”, comentó con tono de añoranza en «Por mis Pelotas». A pesar de no recibir el llamado, su amor por la camiseta sigue fuerte.
Una conexión más allá de los números
A lo largo de la charla, Guardado destacó cómo su corazón rojinegro sigue latiendo. “Me considero más atlista que la gente que está dirigiendo hoy al Atlas. Soy atlista de toda la vida”, afirmó con la pasión de quien lleva el escudo grabado en el alma, destacando que no se necesita un cargo para sentir la esencia del club.
Retiro y legado en el fútbol
Recientemente retirado, Guardado confirmó su adiós tras una destacada carrera. Aunque intentó volver al campo en enero de 2025 para disputar el Mundial de Clubes con León, la FIFA impidió la participación. “Me voy a dar un tiempo para elegir qué quiero hacer,” comentó, dejando la puerta abierta a nuevas posibilidades fuera del terreno de juego.
En la Selección Mexicana, saldó cuentas con 182 partidos y 28 goles, participando en cinco Copas del Mundo. Su debut fue bajo el mando de Ricardo La Volpe, dejando su huella imborrable en el fútbol mexicano.

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Clubes como Deportivo La Coruña, Valencia, Bayer Leverkusen, PSV Eindhoven, Real Betis y León fueron testigos de su calidad en Europa por 17 años. Sin importar dónde jugara, su conexión con el Atlas jamás menguó.
Guardado se despide del fútbol profesional, dejando un legado de entrega y orgullo por el Atlas, el equipo que le vio nacer y al que quizás un día regrese, aunque en un papel distinto. Sin duda, su historia con los Zorros todavía tiene capítulos por escribir.
