Javier ‘Chicharito’ Hernández ha sido uno de los jugadores más discutidos desde su regreso a la Liga MX con las Chivas del Guadalajara. Este cañonazo del Clausura 2024 provocó que el foco de la crítica estuviera quemante en el delantero veterano, quien ha sido blanco de descontento por parte de la afición.
Chicharito se enfría bajo la lupa del Rebaño
El ansiado regreso de Chicharito tras su paso por clubes de alto calibre como Manchester United, Real Madrid y Bayer Leverkusen no ha sido el carnaval que muchos esperaban. En 17 partidos, sumando 680 minutos en la cancha, solo ha logrado un gol y una asistencia. Sus apariciones en la Liga MX, la Liguilla y la Copa de Campeones de la Concacaf han salido más tibias que el atole. La frustración creció especialmente tras la jornada inicial contra Toluca, donde las fallas le valieron abucheos sonoros.
Pero como dice el dicho, “al árbol que da frutos es al que le tiran piedras,” y Hernández sigue en pie, con su contrato que se extiende hasta junio de 2026, con un salario que ronda los 3.5 millones de dólares anuales. Eso sí, una cifra que podría hacer dudar hasta al más despistado.
Guardado, voz de aliento para Chicharito
En este contexto de tensión, Andrés Guardado, otro grande del fútbol mexicano, ha salido a defender a su compatriota. Guardado, quien también hizo su regreso en el Clausura 2024 con el León, se reencontró con Chicharito en el estadio Akron. En entrevista, Guardado fue tajante: «La gente quiere ver al Chicharito del Real Madrid, del Manchester United, pero los años pesan como el Sol en el desierto.»
El Principito, personaje que encarna experiencia y sabiduría, recordó que ambos han compartido momentos memorables en la Selección Mexicana, incluyendo tres Copas del Mundo. Aunque tanto él como Hernández no han podido deslumbrar en la cancha últimamente, Guardado expresa que la clave es la responsabilidad y el trabajo constante, como si la esperanza fuera un faro en noches de tormenta.
Y es que el fútbol es más que resultado y estadística; es pasión, es historia, es dejarlo todo en el campo. Mientras el tiempo siga corriendo, los reflectores permanecerán fijos en estos dos embajadores del balompié mexicano.