A pesar de que las Águilas del América son conscientes de que el resultado en la Ida de Semifinales del Apertura 2024 frente a La Máquina de Cruz Azul no fue el mejor escenario, el ambiente en el seno del equipo es de pura adrenalina y optimismo. Con la dirección de André Jardine, los de Coapa están convencidos de que pueden dar la campanada y asegurarse su lugar en la Gran Final.
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El sentir del América de cara a la Semifinal de Vuelta ante Cruz Azul
El vestidor americanista se ha llenado de energía positiva tras el partido de ida. Los ecos de palabras alentadoras provenientes del capitán y del cuerpo técnico resuenan como el rugido de un león, dejando claro que la ilusión está más viva que nunca. La confianza se palpa en el aire y se ha transformado en un mensaje claro: “la serie sigue en nuestras manos”. Esto ha estimulado a los jugadores, quienes están ansiosos por salir a demostrar su valía en el partido de vuelta.
Para el América, conseguir un resultado favorable es más que posible; es una cuestión de actitud. Solo necesitan una victoria para volver a encender sus esperanzas de alcanzar el Tricampeonato. La atmósfera en el equipo es de guerreros listos para la batalla, sin sentir que el hecho de jugar en el estadio Azul, ahora conocido como el Estadio de la Ciudad de los Deportes, les representa una desventaja. Al contrario, están seguros de conocer cada rincón de ese campo como la palma de su mano.
Preparados para la guerra
La confianza es un músculo que han cultivado en el equipo; saben que tienen la estrategia y la habilidad para hacer frente a lo que se avecina. Sin embargo, no todo ha sido miel sobre hojuelas, ya que la inquietud ha surgido por la reciente decisión del VAR sobre Rodolfo Rotondi, quien vio su dura entrada sobre Kevin Álvarez sin consecuencias. La Comisión de Arbitraje decidió dejarlo sin sanción, permitiéndole jugar sin contratiempos en la vuelta. Esto es un tema que genera descontento en el campamento americanista, pero la determinación de salir adelante es más fuerte.
Con la mirada fija en el objetivo y el corazón acelerado por la pasión del fútbol, las Águilas están listas para volar alto y buscar su lugar en la historia. La fase final está a una victoria de distancia, y su espíritu competitivo no les permitirá rendirse. El fútbol, tal como la vida, es un constante desafío, y América está preparado para enfrentarlo con todo. ¡Que ruede el balón!