América y Cruz Azul protagonizan uno de los clásicos más intensos de la Liga MX, donde el choque de gigantes siempre promete emociones al filo de la navaja. Esta vez, la Máquina llegaba con ventaja al Coloso de Ciudad de los Deportes.

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La remontada soñada
Todo comenzó con el golazo de Nacho Rivero, que puso la ventaja para Cruz Azul. Sin embargo, en un giro inesperado, el charrúa se ganó la tarjeta roja y se perderá la revancha. Las Águilas, con la mirada fija en el Tetracampeonato, enfrentan el desafío de darle la vuelta al 1-0 en contra, y lo harán sin su estratega André Jardine, envuelto en la polémica por gestos a la afición cementera.
Control y determinación
Desde el primer minuto, América salió al campo con hambre de gloria. Kevin Mier se elevó como una muralla sólida, desviando disparos tanto de Víctor Dávila como de Henry Martin. Sin embargo, el equipo de Jardine no lograba imponer su presencia en casa, mientras los sueños del Tetracampeonato latían en el corazón de cada fanático.
El penal del suspenso
Una de las jugadas más discutidas se produjo cuando Henry Martín cayó en el área, pidiendo penal. La controversia envolvía a aficionados y comentaristas como Ramos Rizo, pero el árbitro no fue llamado al VAR, dejando a todos con las emociones a flor de piel.
Fuerza y pasión en el campo
Lorenzo Faravelli se encargó de encender la mecha. Con un pase magistral de Jorge Sánchez, que simplemente retrasó el balón, el argentino puso el 2-0 en el marcador global. La polémica tocó techo tras un error de Mier que resultó en un penal a favor de América, ejecutado con precisión quirúrgica por Henry Martín.

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El propio Martín, con un cabezazo certero, abrió paso para que Borja, dueño y señor de la banda, concretara el regreso a la final para el América. En una noche que arderá en las memorias, el América no sólo resurgió de sus cenizas, sino que también demostró que en el fútbol, nunca se debe dar nada por sentado.
