El estadio Ciudad de los Deportes se tiñó de azulcrema en una noche histórica para el América, que ahora es el único inquilino futbolístico de la colonia Nochebuena tras la salida de Cruz Azul y Atlante. En este vibrante escenario, las Águilas, embarcadas en su travesía hacia el tetracampeonato, desplegaron su invicto estandarte al empatar 1-1 contra los Xolos de Tijuana en la jornada 2 del Clausura 2025.
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Emociones en el terreno de juego
El primer tiempo fue un auténtico vaivén de emociones. Los Xolos, decididos a llevarse sus primeros tres puntos del torneo, se pusieron al frente al minuto 37 gracias a un gol de Chuy Hernández. Aprovechando un error defensivo, Hernández forzó la red y dejó al América con la tarea de remontar. A pesar de sus esfuerzos de reacción, las Águilas se fueron al descanso en desventaja, como el gallo que dejó su canto a medias.
Un segundo tiempo de alto voltaje
La segunda mitad del encuentro mostró a un América llenando sus alas de viento. Al minuto 61, Esteban Lozano encontró la falla en la malla rival con un remate certero tras un pase milimétrico que lo dejó cara a cara con la gloria. La explosión de júbilo en las gradas era comparable a un volcán en erupción, y el conjunto de André Jardine pisó el acelerador buscando el gol del triunfo. Jugadas de talento puro de Isco Ramírez y Pato Salas pusieron en vilo al arquero Toño Rodríguez, que tuvo que abrir sus manos como paracaídas.
Presión y oportunidad
Nunca faltó el suspense. Los Xolos, con las garras afiladas, intentaron desbordar en contragolpes letales. Un lanzazo de Domingo Blanco casi rompe el encanto americanista, pero Rodolfo Cota, como un guardián implacable, lo desvió al minuto 78. Sin embargo, el equipo dirigido por Miguel Herrera no pudo concretar sus oportunidades, y los minutos adicionales fueron una danza de intentos fallidos para ambas escuadras.
Un empate con sabor a expectativa
El empate deja al América aún en la batalla por el liderato, preparados para enfrentar a Santos Laguna en la jornada 3, mientras Tijuana desplazará su esperanza hacia su próximo partido contra Querétaro, buscando romper su maleficio de victorias en el presente torneo. Con cada partido, el Estadio Ciudad de los Deportes se convierte en la metáfora perfecta de la resiliencia y la eterna lucha por el éxito en el fútbol mexicano.