El Zamora CF regresó al Ruta de la Plata con el deseo de celebrar una victoria, pero el guion no fue el esperado. A pesar de las oportunidades (0-0), el equipo rojiblanco mostró ser superior y mereció más frente a un Celta B que prefirió guarecerse en defensa, dejando escasas ocasiones para aparecer en el área local. Sin embargo, la falta de claridad y determinación en el área rival fue una asignatura pendiente para el equipo de Sabas.
Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
El Once de Sabas: Sin Sorpresas
El técnico Sabas apostó por una alineación sin experimentos: desde Fermín Sobrón en la portería hasta un centro del campo comandado por Carlos Ramos, respaldado por Kike Márquez y Mario García. En ataque, Burón, Monerris y Farrel buscaron abrir el marcador, pero el primer paso hacia una nueva historia debía esperar.
Dominios y Desperdicios
El pitido inicial fue el preludio del dominio rojiblanco. Como lobos al acecho, el Zamora no tardó en acorralar a un Celta B que se centró en la defensa. Monerris y Burón acechaban la portería rival, mientras Farrel, a punto estuvo de firmar la primera. No obstante, la pólvora estaba mojada, y las oportunidades se esfumaban.
Golpes Sin Premio
El encuentro se convirtió en un intercambio de golpes, y aunque el Zamora llegaba con más claridad, el balón se negaba a cruzar la línea. Erik y Monerris protagonizaron intentos claros, pero el ansiado gol seguía siendo un espejismo, incluso cuando Kike Márquez rozó el 1-0.
Cambios y Polémica
En la segunda mitad, con un ZCF más rápido pero impreciso, los cambios fueron claves. Carbonell y Eslava entraron para insuflar aire fresco, justo cuando un gol visitante fue anulado por el VAR por fuera de juego, confirmando las sospechas iniciales.
Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Ataques Desesperados
La entrada de los nuevos delanteros revolvía el juego, llenando de esperanza a los hinchas. La recta final fue una lucha épica contra el reloj, pero el marcador no se movió. Quedaba claro que el Zamora merecía más, pero la épica no fue suficiente esta vez. El empate sin goles dejó a los locales con la tarea de mirar hacia adelante y pensar en el siguiente desafío.
