Sesenta segundos de enérgico frenesí de un Real Madrid reminiscentes del año pasado, resolvieron la primera situación adversa en la era de Xabi Alonso. No fue el partido más brillante para los dirigidos por Alonso, más atropellados de lo habitual, aunque los constantes altibajos culminaron en una victoria gris que certifica un pleno de puntos en las tres jornadas iniciales. El nuevo Real Madrid ha disputado dos encuentros en el Bernabéu, sin lograr aún cautivar a su afición, que espera más de un equipo donde destacaron Alexander-Arnold y Carreras, además del destello de Vinícius y el hambre voraz de Mbappé. Sin embargo, persisten las dudas sobre Mastantuono y la preocupación con un Valverde que no encuentra su lugar en la táctica de Xabi.

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El equipo blanco desplegó desde el inicio el plan que Alonso había imaginado, dominando posesión y territorialidad, mientras el Mallorca de Jagoba se resguardaba en su trinchera, aguardando su oportunidad. A los seis minutos, Mbappé ya había celebrado un gol, pero el VAR reveló un fuera de juego. Por ello, cuando Muriqi anotó con la espalda tras un córner en el minuto 17, los de Alonso debieron enfrentar su primera prueba cuesta arriba. Una desatención defensiva que sacó de sus casillas a Xabi.
No cayó en la desesperación el conjunto madridista; Guler, más torpe que de costumbre, no lograba perforar el muro bermellón, pero encontró el camino al buscar en el segundo palo una prolongación de Huijsen tras un centro de Carreras. Aún retumbaba el eco del gol del Mallorca cuando el Madrid recuperó velozmente el balón y Vinícius, titular y afilado como un cuchillo, cruzó un zurdazo a la red devolviendo serenidad a la grada. Un minuto, dos goles. Xabi ha conseguido revivir a Vinícius, lo que, junto al ansia de Mbappé, resulta imperioso en la Liga. Con Arda apagado y Mastantuono desafinado, Kylian pescó otro balón a la espalda de la defensa para marcar, pero nuevamente fue anulado por un fuera de juego de precisión milimétrica. Así concluyó una primera mitad más entretenida que brillante.
Tres Goles Anulados
En la segunda mitad, el Madrid pudo certificar el partido con un relámpago de Mastantuono en el área cuyo disparo acabó siendo empujado a la red por Guler. Pero el VAR advirtió un toque en el brazo del turco, anulando el tercer gol blanco. Aquella jugada desconectó a los jugadores, con Alexander-Arnold y Carreras salvando goles cantados del Mallorca. En la última media hora, los de Xabi perdieron chispa, volviendo a desaparecer del campo. En ese tramo final, el Madrid se muestra como un equipo vulnerable, algo que Alonso debe ajustar.
Finalmente, el Real Madrid sumó un triunfo rutinario con fútbol espeso que pudo haber terminado en empate. Aún no convence, aunque se empieza a percibir un perfil más sólido en defensa y más metálico en ataque. Por mucho que escarbe en el vestuario, a Xabi le sigue faltando un «Xabi» que orqueste el equipo. Arda, sin embargo, no es ese jugador.

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