Marco Garcés, director deportivo del Celta de Vigo, lo dejó claro como el agua: el club gallego está a un paso de cerrar el fichaje definitivo de Ilaix Moriba con el Leipzig. El joven centrocampista no solo es el corazón y los pulmones del equipo, sino también la pieza que encaja como un guante en el estilo de juego celeste.

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Una danza con el Betis y la búsqueda bajo los palos
Mientras el Celta se enfoca en Moriba, las miradas también apuntan al Real Betis, con Borja Iglesias en el horizonte como un desafío más que atractivo. Como un león buscando su presa, el club vigués quiere reforzar su ataque con el delantero bético.
La portería celeste, un puesto al rojo vivo
En la retaguardia, el Celta busca vigor y juventud para su arco. Iñaki Peña, un diamante en bruto que brilla en Barcelona, es un candidato ideal. Con su futuro aparentemente lejos del Camp Nou, su llegada podría suponer un soplo de aire fresco para la defensa olívica. Especialmente si el Barcelona concreta la entrada de Joan Garcia y extiende la estancia de Szczesny.
Las próximas semanas prometen ser un auténtico baile de estrategias y movimientos en Vigo, donde cada decisión en el mercado repercutirá en el terreno de juego como un golazo en el último minuto.
