El Juventus, obligado a una lucha titánica, cedió en los últimos compases y se marchó del estadio de Lecce con un amargo 1-1 en el marcador, tras conceder un gol en el fatídico minuto 93. Este partido, todo un campo de minas, puso en evidencia las carencias del equipo debido a las numerosas bajas, y los aleja aún más del trono de la Serie A, quedando ya a 6 puntos del cada vez más sólido líder, Nápoles.
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Una Juventus plagada de bajas
Con un banquillo lleno de jóvenes promesas y la ausencia de jugadores clave como Bremer, Vlahovic, Cabal, Douglas Luiz, Nico González, McKennie, Savona y Milik, la Juventus de Thiago Motta afrontó en Lecce otro desafío complicado por la plaga de lesiones. Estos golpes acumulados han empezado a pasar factura en forma de desgaste físico, impidiendo una rotación adecuada y dejando huella ya en la reciente contienda ante el Aston Villa en Liga de Campeones.
Un duelo en busca de la victoria
Ante el Lecce, los bianconeri necesitaban más que nunca sumar los tres puntos para acercarse a la ansiada cima. Sin embargo, los retos no son para los corazones débiles, y la ‘Juve’, como un gigante encadenado, no logró entrar en el partido con el ímpetu necesario frente a un rival cuyo objetivo es sólo evitar el descenso. Tras descubrirse en los últimos minutos, un gol inesperado enterró las esperanzas de una victoria que parecía al alcance de la mano.
La Gioventú: Invictos en el campo minado del Calcio
El único rayo de sol en el horizonte nuboso de los turineses es su condición de invictos en la Serie A, un récord que brilla tras 14 jornadas. Concediendo tan solo 8 tantos, se mantienen como el equipo menos goleado de Italia. Sin embargo, esta medalla de acero vale poco cuando se encuentran sextos con 26 puntos, a la espera del veredicto del Inter y la Fiorentina.
El partido: del esplendor al infortunio
Juventus comenzó con paso firme el encuentro, pero pronto las aguas se enturbiaron. Después de los infortunios de los palos de Thuram y Conceicao, que hicieron amargar las oportunidades más claras en el primer acto, el juego se volvió cada vez más espeso y complicado. El Lecce ganó confianza lentamente, mientras que la Vecchia Signora intentaba navegar por estas aguas traicioneras.
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Cuando la marea parecía a punto de cambiar a favor del Lecce, fue Cambiaso quien se erigió como héroe inesperado. Desde fuera del área, disparó con la precisión de un arquero, superando al portero Falcone ayudado por un desafortunado desvío de Gaspar, central del Lecce.
De esperanza a desilusión
El tanto avivó a los locales, impulsando a la ‘Juve’ a arriesgar más allá de lo prudente. No obstante, el Lecce, como un cazador al acecho, encontró la oportunidad con Rebic, quien primero amenazó con un golpe a la escuadra que obligó a Perin a lucirse. Pero la madrugada trajo la tormenta: Rebic, en una emboscada minuto final, firmó el empate, poniendo fin a las aspiraciones juventinas de volver a casa con una victoria. El joven Rouhi cometió un error de novato en la defensa, un desliz que la Juventus pagó caro.
Así, el Juventus dejó escapar una victoria que ya tocaba con la punta de los dedos. La extensa lista de lesionados cobra peaje, y la urgencia de sanar y reconstruir un equipo en salud se convierte en prioridad.
