Algunos jugadores del Real Madrid se encontraron en un callejón sin salida tras la dolorosa derrota en la final de la Copa del Rey contra el FC Barcelona. Antonio Rüdiger, Lucas Vázquez y Jude Bellingham vieron la tarjeta roja en los últimos suspiros del partido, y ahora enfrentan posibles sanciones severas tras las observaciones del árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea en el acta.
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La Tormenta Perfecta de Rüdiger
El caso más significativo fue el del defensor alemán. Rüdiger fue expulsado «por lanzar un objeto desde el área técnica sin llegar a su objetivo», según detalló el colegiado. En un momento de tempestad emocional, «varios miembros del cuerpo técnico del Real Madrid tuvieron que sujetarlo, dado su comportamiento agresivo tras la expulsión».
De acuerdo con el artículo 101 del Código Disciplinario de la Federación Española, que aborda los disturbios graves en los partidos, Rüdiger podría enfrentarse a una sanción de entre cuatro y 12 partidos. Un varapalo que le dejaría fuera de combate para el resto de la temporada, incluyendo el tan esperado clásico de Montjuïc.
Posibles Escenarios para Rüdiger
Se comenta en ‘Archivo VAR’, cuenta de ‘X’ sobre cuestiones arbitrales, que si el Comité de Competición califica su acción como «actitud violenta», la sanción podría ser menor. Por el contrario, si se interpreta como «intento de agresión», el castigo podría ser aún más severo.
Horas más tarde, Rüdiger se dirigió a sus seguidores en redes sociales con una disculpa: «No hay excusas para mi comportamiento anoche. Pido disculpas. Después de 111 minutos intensos, no pude seguir ayudando al equipo y cometí un error antes del pitido final». Sus palabras buscaban calmar las aguas turbulentas de la decepción y el arrepentimiento.
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Lucas y Bellingham: Sanciones Menos Severas
Los incidentes de Lucas Vázquez y Jude Bellingham, en comparación, parecen menos graves. El jugador español fue expulsado «por protestar una decisión árbitral mientras ingresaba varios metros en el terreno de juego, haciendo gestos de disconformidad». Por su parte, el inglés vio la roja después del partido por «acercarse a nuestra posición con actitud agresiva, siendo retenido por sus compañeros».
Entra en juego el apartado de actitudes de menosprecio hacia los árbitros, lo que podría valerles una sanción de entre dos y tres partidos, cumpliéndola en la próxima Copa del Rey. Como una bofetada con guante blanco, ambos jugadores podrían perder las primeras etapas del torneo el próximo año, siempre y cuando el Real Madrid supere la ronda inicial.
