El juez ha denegado a Pedro Rocha, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), la medida cautelar que había solicitado tras conocer la inhabilitación dictada por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Esta resolución administrativa prohíbe a Rocha ocupar cargos en cualquier federación deportiva durante los próximos dos años. Pero, ¿por qué no se había ejecutado hasta ahora y qué pasará a continuación? Vamos por partes.
La sanción del TAD y la medida cautelar
El pasado 15 de julio, el TAD se pronunció sobre el expediente sancionador contra Pedro Rocha y la Comisión Gestora de la RFEF tras la salida de Luis Rubiales. Mientras que los miembros de la Comisión fueron absueltos, Rocha recibió una sanción severa. Según el TAD, Rocha causó un «daño en el correcto funcionamiento de la RFEF», alterando las reglas y suplantando la voluntad federativa con su propia y caprichosa voluntad personal.
Rocha enfrentó tres sanciones muy graves: el cese de Andreu Camps como secretario general de la RFEF, la rescisión del contrato con GC Legal tras la detención de Tomás González Cueto, y la personación de la RFEF como acusación particular en el ‘Caso Brodie’. En consecuencia, Rocha fue inhabilitado por dos años y recibió una sanción económica de unos 33.000 euros.
Tras esta decisión definitiva, Rocha solo podía recurrir ante el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo, solicitando la cautelarísima y la cautelar.
¿Qué es la cautelarísima y la cautelar?
Esta justicia cautelar permite adoptar medidas provisionales para preservar la eficacia de la decisión final del litigio. Las medidas cautelares pueden solicitarse para prevenir un perjuicio irreparable en caso de una sentencia finalmente favorable.
Las cautelarísimas se solicitan en situaciones de especial urgencia, y el tribunal puede otorgarlas sin escuchar a la parte recurrida. En este caso, el tribunal no encontró la urgencia requerida, así que el procedimiento de medida cautelar siguió su curso y Pedro Rocha alegó que su inhabilitación causaría un daño irreparable si finalmente se declarara su favorabilidad.
¿Por qué se ha denegado la cautelar a Rocha?
El juez fue claro. Respecto al primer argumento de Rocha sobre dejar inmediatamente su cargo, señaló que «el Tribunal Supremo no suele conceder la suspensión cautelar» en casos de inhabilitación. Además, Rocha argumentó que la inhabilitación le impediría presentarse a las elecciones en septiembre de 2024, pero el tribunal consideró que este perjuicio es hipotético y no demostrado ya que aún no se han convocado las elecciones.
Una puerta entreabierta: convocar elecciones y solicitar nueva cautelar
Si se convocaran elecciones, las circunstancias cambiarían, permitiendo a Rocha solicitar una nueva medida cautelar. El magistrado podría entonces valorar si el perjuicio de no poder presentarse sería irreparable si el recurso contencioso-administrativo fallara a su favor.
El recurso de apelación: otra opción para Rocha
Pedro Rocha también tiene la posibilidad de apelar la denegación de esta primera medida cautelar. Aunque el camino se complica, aún tiene herramientas jurídicas para volver a ser elegido presidente de la RFEF.
¿Podría presentarse a las elecciones estando inhabilitado?
Si sus recursos no prosperan, Rocha no podrá presentarse a las elecciones presidenciales de la RFEF que se convocarán inmediatamente. Pero, si mantiene la confianza de los barones territoriales y su recurso contencioso-administrativo prospera, tendría la posibilidad de luchar por retornar a la presidencia.
El futuro de la RFEF y la posible candidatura de Pablo Lozano
Mientras tanto, María Ángeles García Chaves, vicepresidenta primera, preside la Comisión Gestora. También se perfila otro candidato, Pablo Lozano, presidente de la federación andaluza de fútbol, quien ha asumido diversas funciones tras la inhabilitación de Rocha. Lozano, acompañado del secretario general Álvaro de Miguel, podría ser clave en la nueva directiva de la RFEF.
- RFEF
- Tribunal Administrativo del Deporte
Esta situación en la RFEF es compleja y fascinante, llena de intriga y movimiento, como una emocionante final de fútbol. El futuro del fútbol español aún tiene muchas páginas por escribirse.