Javier Mascherano, entrenador del Inter Miami, dejó en claro este sábado que no extraña su pasado como futbolista, aunque también reconoció que «no hay nada como ser futbolista». En una rueda de prensa llena de franqueza tras la contundente victoria por 4-1 de su equipo sobre los New York Red Bulls, el técnico argentino compartió sus reflexiones.

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Los Recuerdos de Mascherano
«Entendí, y fue un proceso que comenzó incluso antes de retirarme, que el jugador en algún momento iba a ‘morir'», confesó Mascherano. «La verdad es que lo tengo bastante aceptado, aunque siempre les digo a los chicos que están despidiendo su carrera que no hay nada como ser futbolista. Cuando eres jugador, la pelota la tienes tú y las decisiones también. Como entrenador, solo sugieres y tratas de convencer, pero la pelota ya no está contigo.»
Golazos y Recuperación
Luis Suárez rompió su sequía goleadora tras nueve partidos, mientras que Lionel Messi también se unió a la fiesta de goles. El Inter Miami, luego de tres derrotas consecutivas y una eliminación en la Copa de Campeones de la Concacaf, encontró su redención con una victoria arrolladora en la MLS.
«La vuelta al gol de Luis nos alegra por él, porque sabemos que los delanteros viven del gol. Es vital para su confianza y esperemos que siga aumentando con el paso de los partidos», comentó Mascherano, sonriendo como un niño con zapatos nuevos.
Valor de la Victoria
Este triunfo era justo lo que necesitaba el equipo para «romper la racha de derrotas» y «volver a tener buenas sensaciones». Con 21 puntos en 10 partidos, el Inter Miami está cuarto en la Conferencia Este, aunque con un partido menos que Columbus Crew (24) y Philadelphia Union (22). El Cincinnati, con 22, visitará a New York City este domingo.

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Próximo Desafío
Messi y compañía se prepararán para su próximo duelo, que será frente al Minnesota United el próximo sábado. La emoción en el aire es palpable, y los aficionados esperan ansiosos el silbido inicial, soñando con más momentos mágicos en el campo.
El Inter Miami parece resurgir como el ave fénix, en busca de la gloria perdida mientras la pelota sigue rodando, llena de promesas y emociones.
