Después de ocho años de ausencia en las competiciones europeas, el Celta ha conseguido un pasaporte continental tras vencer 1-2 al Getafe en el Coliseum, con goles de Borja Iglesias e Iago Aspas. Así cerraron un curso excepcional bajo la batuta de Claudio Giráldez.
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El Regreso a la Europa League
El Celta jugará en la Europa League, un torneo en el que no había participado desde la temporada 2016/17. Este logro lo sitúa séptimo en la clasificación final de la Liga. El fútbol atrevido y equilibrado de los dirigidos por Giráldez ha creado un clima de esperanza entre los aficionados.
Una Oportunidad Bien Aprovechada
Habían desperdiciado una oportunidad crucial al perder ante el Rayo Vallecano (1-2) y, enfrentándose a un Getafe sin presión a última jornada, el camino no era fácil. Sin embargo, liberados de la amenaza del descenso, los hombres de José Bordalás jugaron sin mayores presiones más que el orgullo.
Determinación y Coraje
Aunque el Getafe se adelantó en el marcador con un tanto de Borja Mayoral, el Celta no bajó los brazos. Los visitantes se reorganizaron rápidamente y una brillante conexión Alfon-Aspas-Borja Iglesias permitió el empate, llevando el suspense hasta la segunda mitad.
El Arte de la Remontada
Tras el descanso, el Celta retomó el control del partido. Las paradas del portero azulón, Soria, fueron una muralla casi infranqueable ante los intentos de Ilaix Moriba, Alfon y Marcos Alonso.
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La Experiencia Hace la Diferencia
Finalmente, el incombustible Iago Aspas volvió a ser el héroe. Su gol, un misil teledirigido con precisión suiza, desató la euforia entre los seguidores célticos que llenaron el fondo del estadio. Como si fuera un título, la celebración fue un reflejo del poder revitalizador de la cantera y la juventud en el equipo.
El retorno del ‘euroCelta’ es una realidad, y los aficionados ya sueñan con nuevas historias por escribir en el escenario europeo, ocho años después de su última aventura.
