La controversia fue el gran protagonista del encuentro entre el Real Madrid y el Leganés. Tras el pitido final, Borja Jiménez, técnico del equipo visitante, reconoció que sus jugadores estaban «indignados y enfadados» luego de ver repetidas «las acciones en la televisión».
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No solo eso, el entrenador del Leganés, conocido por no quejarse habitualmente de los arbitrajes, incitó públicamente al club a «alzarse en pie» y tomar «medidas» tras los incidentes ocurridos en el Santiago Bernabéu.
Un estadio de emociones
El malestar por lo sucedido ante el conjunto merengue es palpable en el club, el cuerpo técnico y los jugadores. Las críticas se centran principalmente en dos acciones: el penalti sobre Arda Güler y la falta de Renato Tapia que concluyó en el 3-2 de Mbappé.
El equipo dirigido por Borja Jiménez se sintió claramente afectado por estas jugadas. En la primera, Óscar colisionó con Güler dentro del área, aunque pareció no haber falta, mientras el turco caía al suelo de forma dramática. El propio Leganés describe en su crónica oficial la acción como un «penalti inexistente» resultado de un «supuesto derribo».
Decisiones bajo la lupa
El segundo momento crucial fue la presunta falta de Renato Tapia sobre Rodrygo en la frontal. Al revisar la repetición, se observa que el centrocampista toca el balón limpiamente. Nuevamente, el club publica en su web oficial sobre una «falta inexistente».
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La paciencia tiene un límite
Los dos tantos de Mbappé llegaron, por tanto, tras acciones que el equipo ‘pepinero’ considera injustas, poniendo en el ojo de la tormenta a González Fuertes. Estas jugadas fueron cruciales, pero no son las únicas reclamadas por el Leganés.
Durante el segundo tiempo, tras el empate de Bellingham, el equipo visitante solicitó un penalti tras la caída de Diego García dentro del área en un duelo con el jugador inglés. En su sitio web, el Leganés menciona «un posible penalti no señalado».
El último acto reclamado por el equipo madrileño fue una caída en el área de Diomande al final del encuentro. «Una nueva caída en el área en el añadido completaba el cúmulo de decisiones arbitrales», indican en su crónica oficial.
La tensión se mantiene
La indignación en el Leganés es absoluta, y está por verse qué decisiones tomará el club. Es posible que expresen su descontento con una carta pública en las próximas horas, además de notificarle a la RFEF su enfado por lo sucedido en el Santiago Bernabéu.
A pesar del esfuerzo por superar la adversidad inicial del penalti, remontando con dos goles antes del descanso, el tercer gol de Mbappé tras la discutida falta de Renato Tapia, quien además recibió una tarjeta amarilla, terminó por sepultar las esperanzas del equipo pepinero en un partido que dará mucho que hablar en los próximos días.
