Arda Güler encuentra calor en su patria, pero pasa frío en el banquillo del Real Madrid. La joven promesa turca vive momentos contrastantes entre su selección y su club. Durante el reciente parón de selecciones, Güler volvió a la comodidad del vestuario turco, arropado por sus compañeros, quienes defendieron a su brillante atacante como un tesoro nacional, aunque no pudo brillar en el césped debido a una sanción.

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La estrella que perdió brillo
El mediapunta turco fue una figura destacada en la Eurocopa pasada, donde dejó huella con un gol y un par de asistencias que impulsaron a Turquía hasta los cuartos de final. Sin embargo, al regresar a Madrid, el campo que debería ser su escenario de gloria se ha convertido en un lugar de sombras. En el esquema de Carlo Ancelotti, Güler ha pasado de ser una posible pieza angular a convertirse en una nota al pie, algo que ha levantado cejas en su tierra natal.
Consejos de un compatriota
Hakan Çalhanoğlu, tras el enfrentamiento ante Hungría, extendió un fraternal consejo a Güler: «Arda es como un hermano al que quiero mucho. Me encantaría verlo jugar con nosotros en el Inter. Mi recomendación es que busque un lugar donde pueda ser protagonista, porque el chico lo vale de sobra«. Dichas palabras resonaron como un eco en el sótano de las oportunidades perdidas donde parece haberse metido Arda en Madrid.
La perspectiva de Ancelotti
Carlo Ancelotti, conocido por su sapiencia y calma bajo presión, comparte tiempo con Güler en los entrenamientos, aunque su preocupación está al acecho. «Cada día veo cómo se esfuerzan los jóvenes. Quiero ver hambre de balón y deseos ardientes de aprender. Con Arda, paso solo un breve periodo, y temo que su entorno le genere ideas equivocadas sobre lo que se necesita para triunfar en el Madrid«, comentó el técnico italiano, sin pelos en la lengua, sobre el entorno del mediapunta.
Rumbo incierto para el turco
Las expectativas de Güler en los meses decisivos de la temporada están pendiendo de un hilo. Desde febrero, ha visto desaparecer sus minutos como arena entre los dedos, asistiendo a nueve partidos desde el banquillo, salvo en dos ocasiones en la Copa del Rey. El italiano parece haber apartado su mirada de él cuando las competiciones claman por héroes, abriendo la puerta a una posible salida en el próximo verano.

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A pesar de esta incertidumbre, el domingo se presenta ante él como un trampolín hacia la redención. Turquía se enfrentará a Hungría en el partido de vuelta de la Liga A de la UEFA Nations League, ofreciendo a Arda Güler una ocasión dorada para iluminarse ante los focos y recordar al mundo y al Real Madrid el talento que lleva, como un diamante esperando brillar.
