El Real Madrid ya está en Barcelona, dispuesto a encarar una contienda épica que puede decidir el destino de La Liga. La escuadra blanca aterrizó este sábado por la noche en el aeropuerto Josep Tarradelles procedente de Barajas, llena de tensión y esperanza. A tan solo cuatro puntos del Barcelona y con doce en juego, el equipo de Carlo Ancelotti se enfrenta al clásico en el Lluis Companys con la necesidad imperiosa de ganar para mantener vivas sus aspiraciones al título.
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El Viaje de los Blancos
La expedición madridista dejó la capital a las 19:13h, aterrizando suavemente a las 20:02h. Los jugadores fueron rápidamente trasladados en autobús al Hotel Intercontinental, ubicado en la imponente y mágica montaña de Montjuïc. Ahí, la atmósfera se llenó del fervor de los seguidores, quienes buscaban un momento de conexión visual con sus héroes, aunque estos entraron al hotel con determinación y urgencia.
A Puertas del Duelo
Este domingo a las 14:00h, dos horas antes del espectáculo de fútbol, las directivas de ambos clubes se reunirán para un almuerzo oficial en el palco de honor del Estadi Olímpic Lluís Companys. En una ausencia sonada, Florentino Pérez no se encontrará en el estadio, repitiendo la decisión de la temporada pasada. Asumirá el liderazgo de la delegación blanca Emilio Butragueño, quien se presentará como el rostro institucional del club.
Las Bajas y el Espíritu del Capitán
El encuentro se ve complicado por las numerosas bajas que enfrenta el Madrid. Ancelotti ha convocado a 21 jugadores, pero solo 16 son del primer equipo, lo que le obligará a desplegar tácticas de emergencia. En este panorama, la figura de Dani Carvajal destaca como un faro de apoyo moral para sus compañeros. Lesionado y fuera de la convocatoria, ha decidido acompañar al equipo, símbolo de un capitán que, como un guerrero herido, permanece en la batalla para inspirar a sus filas hasta que llegue el momento de volver a su mejor forma en el Mundial de Clubes este verano.
Regreso Rápido a Casa
Tras el duelo crucial, los blancos no pernoctarán en Barcelona. A las 19:30h, tienen previsto volar de vuelta a Madrid, sumergiéndose en la noche, con la esperanza de traer en el corazón, si no la victoria, una llama de orgullo y lucha que solo un clásico puede encender. Con el silbato final, los jugadores de Ancelotti tomarán el bus hacia el aeropuerto, listos para el retorno, dejando una estela de pasión y emoción en uno de los enfrentamientos más memorables de los últimos años.
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