En el fútbol, despedirse nunca es fácil, y menos cuando se hace en contra de la propia voluntad. Así es la emotiva salida de Luka Modric del Real Madrid, un adiós con sabor agridulce. Con la decisión del club blanco de renovar sus filas, Modric deja atrás una era dorada. Este adiós también marca el fin de una era para Carlo Ancelotti, ambos símbolos de victorias y derrotas, su escudo brillando en cada paso.

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Modric: «No llores porque terminó, sonríe porque sucedió»
Desde el pitido inicial, el partido se transformó en una ceremonia de homenaje. La camiseta de Modric en el centro del Bernabéu, eternos aplausos y un cambio histórico se grabaron en el alma del estadio, mientras jugadores del Real Madrid y la Real Sociedad formaban un pasillo de honor para el croata. Fue un tributo que resonó en cada rincón del campo.
Después del encuentro, Ancelotti expresó sus emociones: «Ha sido un placer entrenar este club y este equipo. Florentino, gracias por todo. Cada momento juntos ha sido un tesoro. ¡Hala Madrid y nada más!»
El legado de Modric: títulos y cariño
Modric, visiblemente emocionado, compartió: «Hemos ganado mucho, pero el premio más grande es el cariño recibido. Viví un viaje largo y maravilloso. Gracias a todos y especialmente a mi familia». Su discurso llenó de emociones al Bernabéu.
«Luka, el fútbol eres tú»
Una pancarta entre el público resumía el sentimiento: «Luka, el fútbol eres tú». A pesar de que en sus inicios muchos dudaron de él, Modric demostró su valía. Comprado por 35 millones de euros, su legado incluye 28 títulos, entre ellos seis Champions, y un inolvidable Balón de Oro, rompiendo la dicotomía Cristiano Ronaldo-Messi.

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El croata deja el Real Madrid después de un año sobresaliente, con 58 partidos y más de 2.800 minutos jugados. Su próximo destino: el Mundial de Clubes.
Gracias, Carletto, gracias leyenda
Ancelotti, sin encontrar reemplazo para su eterno dúo en el medio campo, también se despide. Aunque el entrenador italiano ha sido uno de los más laureados en la historia del club, rara vez los técnicos reciben el mismo reconocimiento que los jugadores. Sin embargo, el Bernabéu les dedicó dos tifos: «Gracias, Carletto», «Gracias leyenda». Una jornada inolvidable para los amantes del fútbol, un día que grabó un adiós en el corazón del Real Madrid.
