Nico Williams se había convertido en un torbellino en el terreno de juego, pero ahora las adversidades se cruzan en su camino. El prometedor extremo rojiblanco, que deslumbró en la victoria ante el AZ Alkmaar por la Europa League el jueves pasado, se ve obligado a hacer una pausa inesperada. Un golpe inoportuno le privó de recuperarse a tiempo para el enfrentamiento del Athletic contra el Girona y también le ha dejado fuera del doble compromiso de la Selección Española contra Dinamarca y Serbia. Este contratiempo es un jarro de agua fría para Ernesto Valverde y un desafío para la Roja.
Desenlace en Las Rozas
La Selección Española, tras evaluar a Williams en Las Rozas, tomó la decisión de enviarlo de regreso a Bilbao para culminar su recuperación. «Se remonta hacia el león, pero no está herido de gravedad.» Así resumieron desde la web de la Federación el episodio acordado entre los servicios médicos del Athletic y el combinado nacional. Aunque no hay un diagnóstico detallado, se habla de una contusión en la zona sacroilíaca izquierda.
Desencuentros médicos
La convocatoria de Luis de la Fuente no cayó bien en Bilbao. El Athletic dejó claras sus cartas en un comunicado oficial, subrayando que ya habían informado sobre la situación médica del joven jugador, siguiendo el protocolo de la Federación. Apegados a su postura, manifestaron incomodidad por la ida del jugador a Las Rozas. Como un cubo de Rubik que cambia de color, Sergio Gómez de la Real Sociedad reemplazará a Nico en La Roja.
Un inicio de temporada agitado
La temporada no ha sido un camino de rosas para Nico Williams. Tras un verano con escaso descanso, el futbolista comenzó la competición sin apenas pretemporada y se vio acechado por molestias musculares. En Montjuic, un dolor en el aductor se quedó en un susto, pero un pisotón en el tobillo ante el Leganés le marginó en el enfrentamiento contra el Celta y le dejó fuera del once inicial ante la Roma.
La esperanza del regreso
Aunque pudo finalizar el encuentro ante el AZ dejando su huella en los dos goles del equipo bilbaíno, la realidad lo frenó. Una molestia persistente le ha impedido entrenarse en los últimos días. Pero respiremos aliviados, porque el parte médico no augura gravedad. Con la acumulación de partidos, se ha optado por dar tregua a sus piernas por una jornada, como quien guarda su mejor carta para el momento crucial. El siguiente capítulo de Nico podría escribirse el 19 de octubre, cuando el Athletic dé la bienvenida al Espanyol en San Mamés. Mientras, su afición espera impaciente, como niños aguardando por caramelos en una bolsa cerrada.