El Paris Saint-Germain, en su ansiada búsqueda del repóker tras conquistar Liga, Champions, Supercopa y Copa, enfrenta un obstáculo inesperado al perder a dos de sus pilares defensivos cruciales antes de las semifinales contra un Real Madrid rejuvenecido. Los parisinos se medirán al conjunto blanco, que recientemente barrió al Borussia Dortmund en cuartos.
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Una defensa debilitada
Luis Enrique Martínez no podrá contar con Willian Pacho, una de las revelaciones del año y su central en mejor forma, ni con Lucas Hernández, quien hubiese sido su reemplazo natural. Ambos defensores fueron expulsados en el encuentro contra el Bayern. Pacho pagó caro por una entrada desmesurada sobre Goretzka, y Hernández siguió su camino a vestuarios tras un codazo a Guerreiro. «No tengo nada que decir al respecto de las rojas», comentó el técnico asturiano, controlando su frustración.
Taylor, infalible
Anthony Taylor no titubeó. Mano al pecho y tarjeta roja para Willian Pacho, cuya brutal patada a Leon Goretzka fue clara como el agua. En el minuto 83, el ecuatoriano cometió un error de bulto al medir mal y lanzar una entrada que impactó de lleno en la espinilla del jugador del Bayern. Pacho se retiró del campo sin protestar, consciente de que el árbitro había acertado.
Suspenso hasta el final
Con un PSG en inferioridad numérica, la tensión se apoderó del tramo final del partido. Gracias a un gol de Desiré Doué, tras una jugada electrizante y un disparo al primer palo que dejó a Neuer anclado, los parisinos mantenían una delgada ventaja de 1-0. La ‘Mia san Mia’ desplegó un asedio en busca del empate, pero el cabezazo de Harry Kane fue anulado por fuera de juego.
Una batalla con nueve
El calvario del PSG no terminó ahí; en tiempo de descuento, Lucas Hernández recibió la roja tras un codazo a Guerreiro. Pese a terminar con nueve en el campo, la eliminatoria nunca pareció estar en peligro. Finalmente, Ousmane Dembélé, que había desperdiciado dos claras ocasiones, concretó el gol decisivo en un contragolpe, venciendo a Neuer con un disparo cruzado que puso la estocada final al encuentro.
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La pasión y el drama del fútbol europeo han dejado al PSG debilitado, pero todavía en carrera hacia un histórico repóker. La próxima parada: el Real Madrid.
