Está siendo un inicio complicado para Radovanovic en el Real Zaragoza. Tras una pretemporada accidentada, en la que se perdió partidos importantes por un esguince de tobillo sufrido ante el Tarazona, el defensa serbio se ha encontrado de nuevo con la mala fortuna. Durante el último encuentro, un choque de cabezas dejó al central tambaleándose sobre el césped, como un titán herido en medio de una batalla épica.

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Un susto que puso el corazón en un puño
Aunque en un primer momento se temió lo peor, Radovanovic logró salir del terreno de juego por su propio pie, demostrando una fortaleza digna de un auténtico guerrero balcánico. Sin embargo, los servicios médicos, sin querer dejar nada al azar, recomendaron su retirada del partido como medida de precaución.
Una noche bajo vigilancia
Por seguridad, el jugador pasará la noche en el hospital, donde será observado con detenimiento. No obstante, si las pruebas médicas no revelan sorpresas, Radovanovic podría recibir el alta en las próximas horas, listo para regresar al campo de batalla y continuar liderando la defensa del Zaragoza.
Un ejemplo de resiliencia
La situación de Radovanovic recuerda que en el fútbol, como en la vida, las caídas son inevitables, pero lo que verdaderamente importa es cómo te levantas. Cada partido es una nueva oportunidad, y el serbio está decidido a superar este revés con pasión y entrega, mostrando que su espíritu es indomable. El Real Zaragoza y su afición seguramente esperan verlo pronto de vuelta, como un fénix renacido de sus cenizas.
