La Fiorentina, una tormenta de goles en la Serie A, se alza como el cuarto equipo más peligroso de la liga con un impresionante arsenal de 29 dianas. Solo el Inter, el Atalanta, ambos con sus temibles 42 goles, y el Lazio con 32, se erigen por encima de los ‘Viola’ en la clasificación de artillería.
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La verdad tras los goles
Sin embargo, estos números estratosféricos pueden ser un espejismo, pues 11 de estos tantos nacieron de dos partidos contra Lecce y Roma. En una racha reciente, la Fiorentina ha tenido que navegar por aguas turbulentas, ganando tres de sus últimos cinco duelos por un sencillo, pero crucial, 1-0 contra Génova, Torino y Cagliari. Es un indicio más de que no es oro todo lo que reluce en el ataque florentino.
El recurso Moise Kean
En esta constelación de goles, Moise Kean, delantero de 24 años, ha sido la estrella que más brilla. Con 10 tiros convertidos en esta temporada, se codea entre los máximos artilleros del torneo y alcanza el doble dígito por segunda vez en su carrera. Pero, como el mejor torero en una tarde de abulia, su ritmo goleador parece ir perdiendo fuelle, lo que enciende las alarmas sobre una presunta ‘Kean dependencia’ de cara al gol.
Su última conquista fue desde el punto de penalti contra el Udinese. Sin embargo, en el mismo partido, dejó escapar ocasiones que normalmente no perdonaría: un disparo interceptado por Karlstrom con la portería abierta y un remate lejano que rozó el poste. Aunque este tiempo de aridez goleadora podría señalar a Kean, la verdadera cuestión reside en la falta de efectividad de sus compañeros.
Una delantera con poco aporte colectivo
El resto del ataque de la Fiorentina pinta un cuadro menos favorecedor. Colpani y Beltrán han visto puerta apenas en dos ocasiones cada uno, brillando fugazmente en los duelos contra Lecce y Roma. Mientras tanto, Sottil, Ikoné, y Kouamé aún no han estrenado su cuenta goleadora esta temporada. Aunque Gudmundsson, limitado por sus lesiones a solo siete apariciones, ha celebrado tres goles, dos han llegado desde los once metros.
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Este panorama dibuja un dilema estructural en el equipo. La Fiorentina, repleta de opciones ofensivas, parece un puzle aún por armar, incapaz de encontrar el equilibrio perfecto en su ataque. A diferencia de conjuntos como el Monza, que han optimizado sus recursos tácticos, la Fiorentina continúa su búsqueda por descubrir una fórmula mágica que integre mejor a su elenco de talentos en la cancha.
