El 9 de junio, Xabi Alonso dirigió su primer entrenamiento en el Real Madrid, con solo cinco jugadores al 100% y el respaldo de los jóvenes del filial. No importó. Desde el primer instante, el técnico vasco ha dejado claro su lema: «Ser reconocibles». Esta fue su carta de presentación, mostrando una visión distinta a la de Ancelotti, pero que ha servido de impulso en el Mundial de Clubes, un torneo en el cual el Real Madrid ha recuperado su favoritismo, gracias a la determinación desde la presidencia.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
Defensa de tres, evocando al Leverkusen
En el inicio ante Al Hilal, quedó claro que las revoluciones suaves no serían la receta. Alonso mantuvo el esquema 4-4-2, aunque las dudas surgieron. La primera mitad fue casi un ensayo general del torneo. Debutaron Huijsen y Trent; el primero se consolidó en defensa, superando a figuras veteranas como Rüdiger, mientras que Trent aún busca su forma óptima.
Con Alonso, como en el Leverkusen, se impone la flexibilidad. Esto se evidenció contra Pachuca, cuando en un movimiento estratégico durante la pausa de hidratación, cambió el esquema estando en desventaja. Asensio, tras una temporada anterior complicada, obligó a reconfigurar el juego, permitiendo al Real Madrid dominar con variadas tácticas, desde triangulaciones cortas hasta pases largos.
Trabajo en la presión y Gonzalo: la revelación
Un sello del nuevo Real Madrid es la presión. Aunque aún perfectible, depende en gran medida del compromiso de los jugadores. Ante el RB Salzburgo, el equipo construyó su victoria desde la presión alta, con Gonzalo liderando el esfuerzo. Este canterano es el ejemplo de dedicación e inteligencia táctica, entendiendo a la perfección las instrucciones de Alonso.
Sin embargo, el Real Madrid aún necesita intensificar su presión para lograr la perfección. Una cosa es segura: la apatía anterior se ha quedado atrás. La orquestación del juego ha dado un paso adelante, incluso sin un reemplazo natural para Kroos. Alonso ha transformado a Güler de extremo a centrocampista, explotando su habilidad para abrir espacios.

Duplica tu depósito hasta $200.000 en apuestas y casinos bono de bienvenida
«Siento satisfacción. Perdimos un córner, pero todos corrieron en sprint para recuperar posiciones. La defensa en bloque es esencial. Recuperamos más balones en campo contrario. Sin compromiso, es imposible hoy en día». Este mensaje de Alonso ha calado. En solo 18 días, el vasco ha construido un Real Madrid sólido, generando superioridades y estableciendo un 3-5-2 que parecía una quimera en el Bernabéu. En resumen, un equipo reconocible.
