El ecosistema en Nervión no es sencillo. La tensión que se vivirá el próximo sábado en el Ramón Sánchez-Pizjuán será palpable, con una manifestación prevista contra la directiva que monopolizará buena parte de la hora previa al partido. El foco está puesto en el palco, pero también en el campo, donde el Sevilla no ha sido capaz de ganar en este inicio de liga. Cuatro partidos: dos empates y dos derrotas. Ante esta tormenta, García Pimienta, principal responsable de los resultados como entrenador, ha mostrado su cara más relajada en sala de prensa.
La serenidad en la tempestad
Es curioso, pero en tiempos de tempestad, mantener la calma es primordial. El técnico barcelonés insistió en que «las manifestaciones no dependen de nosotros», aunque sin olvidar que lo que «ocurra en el campo, sí». Apoyándose en Richi Ferrer, el ex de Las Palmas ha tenido tiempo para trabajar el aspecto mental: «A la afición no le tengo que decir nada. Ya sabemos el tipo de gente que tiene el Sevilla, que quiere que su equipo gane, y eso depende de nosotros. Tenemos que dejarlo todo en el campo. Que cuando acabe el partido, la gente se sienta orgullosa».
La salida inesperada de Ocampos
La última vez que habló el técnico del Sevilla, Lucas Ocampos aún pertenecía al club. Sin embargo, días después se certificó su marcha y García Pimienta no tuvo ocasión de pronunciarse entonces. Ahora ha mostrado su opinión sincera: «Su salida no estaba prevista. Llega en las últimas horas del cierre de mercado y no podemos controlarlo». Pese a la importancia del argentino en el equipo, la entidad decidió no reemplazarlo: «La secretaría técnica se ha movido para intentar sustituir la baja de Ocampos, pero no ha sido posible porque el jugador que creíamos que podía cubrir la baja no estaba a disposición del Sevilla. Creo que la plantilla queda compensada, aunque es cierto que no contaba con esa salida».
El pulso del club y Del Nido Carrasco
Además de Ocampos y el propio partido, ante un rival «muy sólido», el foco está puesto sobre Del Nido Carrasco y la situación actual del club. Los datos del límite salarial del Sevilla han generado preocupación, aunque García Pimienta quiso mantener esa figura plagada de tranquilidad: «Veo a la directiva tranquila porque están viendo como trabajamos. Yo sabía que venía al Sevilla en esta situación y no tengo ningún problema en ese sentido. Estoy muy contento con la confianza que me transmiten, y ahora tengo la labor de devolvérsela con trabajo y resultados».
En definitiva, un esfuerzo en ser (o, al menos, parecer) ese clavo al que se puedan agarrar los aficionados del Sevilla ante el Getafe. Un día en el que la importancia del resultado va más allá de conseguir la primera victoria de la temporada. Llega hasta la ‘salud social’ de la entidad hispalense.
De la polivalencia a la no participación de algunos jugadores
La plantilla que se le ha quedado al Sevilla convence a García Pimienta. Al menos, así se muestra públicamente. Piensa que, pese a la juventud, «no les afectará el ambiente del sábado», y valora a un nombre a base de halagos. Se trata de Valentín Barco, que ante el Girona se presentó con sus cualidades (las mejores y las peores) ante su nueva afición. Un cambio de posición podría ser posible: «Se puede adaptar al lateral izquierdo como al interior, incluso al extremo. Tiene unas cualidades muy buenas. Está capacitado para ello».
También comentó la situación del compatriota de Barco, Montiel. El argentino es importante en su selección, pero en el Sevilla aún no ha sumado ningún minuto. Algo no habitual, sobre todo por el nivel de Argentina, pero que tampoco desvía a García Pimienta de su infranqueable discurso: «Está claro que tiene mucho nivel. Tenía opciones de salir, pero al final se ha quedado con nosotros. Para mí es un jugador más, que está preparado por si tiene que salir. Si no lo hace es porque yo considero que hay otro que está mejor».
- Francisco Javier García Pimienta
- Sevilla FC