Hay jugadores que parecen encontrar su hábitat natural bajo la batuta de un técnico específico. Tal es el caso de Joshua Zirkzee, quien alcanzó su cúspide futbolística en el Bolonia con Thiago Motta a los mandos. Este potente delantero, de 1,93 metros de estatura y una técnica exquisita, brilló en la Serie A como un faro en la noche oscura. Sin embargo, este Zirkzee que deslumbró en Italia parece haberse eclipsado en la Premier League bajo la dirección de Rúben Amorim. Igual que sucedió con Erik ten Hag, también de nacionalidad neerlandesa, quien lo llevó al Manchester United por la nada despreciable cifra de 42 millones de euros el verano pasado.
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Un camino lleno de curvas
La carrera de Zirkzee ha estado plagada de expectativas desde que dejó las categorías juveniles del Feyenoord en 2017 para unirse al Bayern de Múnich. Ante la presión de ser visto como el futuro gran artillero de los Países Bajos, las oportunidades en Alemania fueron escasas. Así, encadenó una serie de cesiones: primero al Parma en enero de 2021, luego al Anderlecht, hasta finalmente asentarse en el Bolonia, que decidió comprarlo por 8 millones de euros para la temporada 2022-23 cuando Mihaljovic dirigía al equipo.
El resurgir en Bolonia
Bajo la tutela de Motta en su segunda temporada, Zirkzee se convirtió en la pieza clave del ataque del Bolonia. Como un maestro en una orquesta sinfónica, no solo destacaba por su capacidad goleadora, sino también por su visión de juego y habilidad para abrir espacios a sus compañeros. Sus 12 goles y siete asistencias fueron fundamentales para que el Bolonia terminara la temporada 2023-24 en la quinta posición de la Serie A, asegurando un boleto a la Champions.
Zirkzee y la crisis en Manchester
El éxito en Bolonia trajo consigo también cambios importantes: primero, la partida de Motta a la Juventus, seguido por el propio Zirkzee al Manchester United, donde su historia no ha sido un cuento de hadas. Con solo cuatro goles y dos asistencias en 27 partidos, el ’11’ de los Red Devils no ha logrado la sintonía adecuada, ni con Ten Hag ni con Amorim, el actual líder de los mancunianos.
A pesar de las oportunidades brindadas, Zirkzee no ha terminado de encajar en el esquema táctico de su entrenador. Durante un devastador encuentro contra el Newcastle, el neerlandés fue sustituido antes de completar la primera mitad, reemplazado por Mainoo en un intento desesperado de recomponer un centro del campo fracturado. Amorim anhela la llegada del imponente Viktor Gyökeres, la estrella del Sporting CP, pero la exorbitante cláusula de rescisión del sueco, que se rumorea alcanza los 100 millones de euros, complica las cosas.
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Horizonte en Italia
Las voces desde Italia no tardan en hacer eco de un posible regreso de Zirkzee al país de la bota. Según se especula, la Juventus busca reunir nuevamente a Motta con Zirkzee ya en enero para revitalizar su vanguardia. Otra opción que barajan los dirigidos por la Vecchia Signora es la incorporación de Randal Kolo Muani, quien también enfrenta su propio laberinto tras ‘romper palitos’ con Luis Enrique y su PSG. Sin embargo, la suma cercana a los 90 millones que desembolsaron los parisinos por él al Eintracht Frankfurt podría ser un escollo considerable.
El mercado invernal promete ser vibrante, como un partido en el último minuto, y será intrigante ver si Zirkzee logra volver a encontrar su mejor versión al lado de su mentor Motta o si tomarán caminos separados hacia nuevos horizontes. Mientras tanto, la afición espera expectante, como niños en la víspera de Reyes Magos, por ver cómo se desenvolverá el futuro inmediato de este talento neerlandés.