El fichaje de Bojan Miovski por el Girona se presenta como un giro de la ruleta, similar al caso de Artem Dovbyk, pero las apuestas han tenido resultados opuestos. Ninguno de los dos artilleros llegó a Montilivi con los goles bajo el brazo, ni con el sello de futbolistas experimentados en las grandes ligas. Mientras Dovbyk, procedente del Dnipro-2, terminó LaLiga con 24 dianas coronándose como el Pichichi, Miovski, que desembarcó este verano del Aberdeen, aún busca su sitio como nueve de referencia.
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Un Camino de Contrastes
La trayectoria de Miovski y Dovbyk en Girona ha sido como la noche y el día. Mientras Dovbyk se lucía con 24 goles y aseguraba el billete a la primera Champions en la historia del club, Miovski solo ha podido celebrar en dos ocasiones en liga, ambos goles en un único enfrentamiento contra el Español. Una diferencia como la de un diamante a un carbón sin pulir.
¿Un Revulsivo Desaprovechado?
La expectativa en Montilivi también recaía sobre jugadores como Abel Ruiz, Cristhian Stuani y Arnaut Danjuma. Sin embargo, ninguno ha terminado de explotar, aunque sería injusto medir con la misma vara a Stuani, cuyo rol de revulsivo ha brillado en Europa. El tesoro aún no encontrado, parece ser Miovski en el equipo.
Chispazo Macedonio
Con su selección, Miovski mostró destellos de su potencial al romper una sequía goleadora de cuatro meses, marcando y asistiendo en la victoria de Macedonia del Norte contra Liechtenstein en el camino al Mundial 2026. Anotó el tercero en el minuto 84, cerrando un triunfo que sirvió de bálsamo.
Buscando el Gol en Terreno Catalán
Esta temporada, la cuenta goleadora de Miovski con su selección es idéntica a la de su paso por el Girona: cuatro tantos, dos en LaLiga y otros dos en Copa. Aunque los rivales de su combinado nacional, como Islas Feroe y Armenia, no sean de gran renombre, en Girona, los goles se anhelan como agua de mayo. Miovski ha de encontrar el toque mágico que le permita superar los muros defensivos y devolver la sonrisa a Montilivi. Como bien dicen, «más vale tarde que nunca».
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