El enigma de Kylian Mbappé en la selección francesa sigue creciendo. Mientras en el Real Madrid brilla con un liderazgo que le permite comandar a los blancos en la élite de Europa, al enfundarse la camiseta de la selección gala pareciera que la magia se desvanece.
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Un regreso esperado, pero complicado
Kylian Mbappé ha vuelto a la selección francesa después de una larga ausencia, marcada por meses de especulación. Durante este tiempo, se alegó que el delantero luchaba con su adaptación al Real Madrid y afrontaba retos tanto mentales como físicos. Sin embargo, el esperado regreso del astro francés no estuvo a la altura de sus expectativas.
Han transcurrido seis arduos meses desde aquel 9 de septiembre de 2024, cuando Mbappé jugó su último encuentro con los galos. El delantero no estuvo presente en las dos últimas convocatorias internacionales de Francia, hasta que Deschamps finalmente lo llamó para los cuartos de final de la Nations League contra Croacia. Una vez más, se le confió la capitanía del equipo, esperando que su estelaridad brillara una vez más.
Un sabor agridulce en su retorno
El regreso de Mbappé no fue el cuento de hadas esperado. Todas las miradas apuntaban al astro francés, pero fue impedido por la gran actuación del portero croata, Livakovic, quien fue su némesis en la portería. Con un sexto partido consecutivo sin ver la red, su sequía parece un castigo interminable, especialmente si se contrasta con sus deslumbrantes actuaciones en el Real Madrid.
Un patrón conocido
Esta no es la primera vez que Mbappé atraviesa un desierto de goles vistiendo la camiseta de Francia. Según las estadísticas, situaciones similares ocurrieron tanto antes del Mundial de 2018 como durante la Eurocopa de 2021. Su último gol con los galos se remonta al tanto de penalti frente a Polonia en la Eurocopa 2024, el único gol que anotó durante todo el torneo continental.
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Caída inesperada ante Croacia
El partido contra Croacia no fue la noche de Kylian, tampoco del equipo francés. Los discípulos de Deschamps sufrieron una derrota por 2-0 que deberán remontar en la vuelta si desean soñar con las semifinales de la Nations League.
La confianza perdura
La sequía goleadora de Mbappé con los galos se extiende, pero el estratega Deschamps mantiene su fe inquebrantable en él: «No hay dudas sobre su condición física y su mentalidad. Kylian lo intentó todo y aunque algunas cosas no le salieron, está volviendo a su mejor forma». Palabras que resuenen como una melodía de esperanza de cara a los próximos desafíos.
Con la vista puesta en el Mundial de 2026, Mbappé espera reencontrar su mejor versión vistiendo la camiseta de Francia. Con la sonrisa de quien regresa al hogar, Kylian declaró: «Sentí una gran alegría al volver con el grupo. La mayoría de mis compañeros son como una familia, hablamos con frecuencia, y algunos incluso vacacionaron conmigo». Ahora, el cometido contra Croacia es claro: remontar el 2-0 en contra y seguir peleando por la gloria en la Nations League. Los aficionados esperan ansiosos el desenlace de esta historia, conscientes de que con Mbappé en el equipo, todo es posible.
