Fin al culebrón en el banquillo del Sevilla. El club andaluz ha encontrado finalmente a su nuevo timonel: Matías Almeyda será el encargado de guiar al equipo hasta el 2028. El argentino se embarca en su primera aventura en una de las cinco grandes ligas europeas, tras haber liderado al AEK Atenas durante tres intensas temporadas.
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Un Contrato Sellado
La negociación llegó a buen puerto este viernes, quedando solo la oficialización para dar por cerrada la llegada de Almeyda. Tomará las riendas del conjunto hispalense tras el despido de García Pimienta, cuyo equipo naufragó hasta la decimoséptima posición, solo un suspiro por encima del descenso. Las cifras no respaldaron la continuidad del técnico español y Sevilla se vio en la encrucijada de buscar un nuevo líder.
Una Historia con el Sevilla
Almeyda no es un extraño para la afición sevillista. En la temporada 97/98 defendió los colores del club, dejando una influencia que ahora espera replicar desde el banquillo. Su trayectoria como jugador incluye ciclos en la Serie A con Parma e Inter, y como entrenador ha pasado por clubes emblemáticos como River Plate, Banfield, Chivas, y San José Earthquakes antes de aterrizar en Grecia.
Jugada Maestra para Almeyda
Todo apuntaba a que Imanol Alguacil se uniría al proyecto, pero el destino futbolístico le llevó hacia Arabia Saudí, seducido por una oferta económicamente irrechazable. En Sevilla, Almeyda era la opción preferida, una decisión que se fraguó con rapidez tras la llegada del nuevo director deportivo, Antonio Cordón.
Vinculación Previa
Cordón, conocedor del talento de Almeyda desde su paso por Olimpiakos, vio con buenos ojos esta vinculación. Desde su llegada a Sevilla, la prioridad fue asegurar un técnico que no solo trabajara en la estrategia del próximo año, sino que también influenciara las decisiones sobre salidas y fichajes.
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Sevilla vuelve a apostar por la pasión y el estilo argentino, siguiendo los pasos de entrenadores como Berizzo y Sampaoli. Se avecinan tiempos de emoción y drama, con Almeyda dispuesto a escribir su propio capítulo glorioso en la historia sevillista.
