El Espanyol ha encontrado el bálsamo de la victoria en su duelo contra el Valladolid, poniendo punto y final a una racha negativa que parecía interminable. Manolo González, en una rueda de prensa llena de sensaciones, destacó la significancia de este triunfo: «Era muy importante sacar los tres puntos contra un rival directo». La grada estalló en júbilo, como si de una orquesta se tratara, tras el gol que selló el destino de los «pericos».
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Esfuerzo y Ánimo en Equilibrio
El míster gallego, con la seriedad de un general en plena batalla, mostró satisfacción, pero no dejó de lado su exigencia. «Hay que apretar más», aseveró. Sin rodeos, señaló a jugadores como Kumbulla y Král, quienes, a su parecer, «sin hacer un mal partido todavía pueden dar un poco más». Fueron comentarios que retumbaron como un disparo al larguero.
La Victoria: Un Salvavidas Emocional
En sus declaraciones, Manolo subrayó lo fundamental de la victoria a nivel psicológico. «No era un todo o nada, pero era un partido muy importante y a nivel anímico te da un plus.» Ahora, con Sevilla en el horizonte, la consigna es clara: competir como lo hacemos en casa.
Cuestión de Acierto y Mejora Defensiva
A pesar del triunfo, el entrenador admitió que «es de los días que no eres mejor que el rival pero el partido te cae de cara». El Espanyol tuvo el «punto de acierto necesario», un factor que inclinó la balanza a su favor. No obstante, manifestó de manera contundente: «Tenemos que defender mucho mejor». El equipo, como un león al acecho, busca mejorar su rugido defensivo.
El Debut de Roberto Fernández: Una Promesa Ilusionante
Roberto Fernández, con la frescura de un vendaval, debutó con nota alta. Manolo no escatimó elogios: «Muy contento, tiene ese punto de intuición que te da para ganar el partido». La afición espera que esta nueva cara sea una adición positiva al universo blanquiazul. La filosofía es clara: ser cada día mejor equipo y asegurarse de que «no nos podemos permitir un jugador que no corra». El Espanyol trabaja a contrarreloj para limar las asperezas y alcanzar la solidez deseada.