En un momento, parecía que el Mundial de Clubes sería un obstáculo para Xabi Alonso. Se barajaba la posibilidad de un interino como Solari para liderar el torneo que ha resultado ser una confirmación rotunda de que la necesidad más apremiante del Real Madrid era contar con un verdadero entrenador. No un simple gestor, sino un técnico capaz de transformar una plantilla de estrellas en menos de un mes, sin depender de Mbappé. Destacando en una temporada que podría culminar con el triunfo en el Mundial de Clubes, solo el PSG de Luis Enrique, campeón de Europa, podría destronar a este club renacido.

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Gonzalo: Por delante de Mbappé
La imagen del Real Madrid no había sido tan pulida en años. El Dortmund se convirtió en un juguete en manos del equipo que más en serio se ha tomado este Mundial de Clubes. Xabi Alonso ha logrado conformar un once perfectamente definido donde deberá encajar a Mbappé por decreto presidencial. Sin embargo, el mérito de llevar al equipo blanco a las semifinales con autoridad recae en Gonzalo.
Este Madrid es una navaja suiza futbolística: defiende con línea de cinco, ataca con un ‘9’ fijo y se adapta asimétricamente con jugadores como Fran García, cubiertos por dentro. Un desarrollo de habilidades polivalentes que se han salido de la sombra de la épica y la energía.
El Impacto de Los García Torres
El máster acelerado en EE.UU. ha dejado varios jugadores sobresalientes, con Gonzalo destacando en ataque. La «doble G» ha modificado la cara de un equipo que, hasta hace poco, se sostenía en individualidades. Este joven canterano, ya hombre del primer equipo, participa en todas las jugadas importantes, como su participación en el 2-0, donde un pase filtrado permitió a Alexander Arnold asistir a Fran García para un gol impresionante.
El Rescate de Courtois y la Roja de Huijsen
La evolución de este equipo ha sido tan radical que incluso figuras como Mbappé han quedado en segundo plano, mientras Vinicius recibe críticas por desalinearse de la filosofía colectiva. El que no se ajuste al plan de Xabi Alonso, tendrá dificultades. Aunque se prevea una larga lista de jugadores para la próxima temporada, el equipo afronta el futuro con un once definido. No obstante, la consistencia sigue siendo un desafío, como quedó demostrado con el gol de Beier tras un error de Rüdiger. La roja de Huijsen complicó la zaga blanca, pero Courtois emergió como salvador, con una parada espectacular que aseguró la victoria.

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El horizonte ahora lo marca Luis Enrique, el gran rival de los blancos, la única amenaza para la nueva jerarquía de Xabi Alonso, donde nadie es insustituible.
