No hay quien iguale a Luis Enrique. Dentro y fuera del terreno de juego, el asturiano es único. Este sábado, el técnico celebró a lo grande su conquista de la Champions League 2024-25 al mando del PSG, dejando una huella imborrable en el fútbol europeo.
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Un Festín en la Final
La final fue un auténtico festín futbolístico en el que el PSG barrió al Inter con un rotundo 5-0. Tras el pitido final, Luis Enrique se acercó a los micrófonos de Movistar, participando en una animada charla con Álvaro Benito, Mónica Marchante y Susana Guasch. Fiel a su estilo directo y desenfadado, comenzó su intervención con un toque de humor: «Vengo por Mónica ya lo sabéis todos, por Álvaro menos, por ti poco, por ti poco Susana…»
La Agudeza de Luis Enrique
Siempre con un as bajo la manga, la asturiano no dejó de lanzar sus acostumbrados dardos, arrancando sonrisas y complicidades. Mónica Marchante no se quedó atrás y comentó: «Con él, no faltan los palos. Siempre tiene preparado el dardo«, antes de cerrar la charla.
Elogios para Dembélé
Entre las ovaciones, Luis Enrique dedicó un momento para alabar a su pupilo Ousmane Dembélé: «Siempre ha sido un fenómeno, pero luego hay que demostrarlo. Ousmane es un líder. ¿Visteis cómo presionó? Cuando uno presiona así como líder, los demás solo pueden seguirle.»
Recuerdos para Xana
En medio de la euforia, el técnico no olvidó a su hija Xana con unas emotivas palabras: «Está conmigo en la victoria, en la derrota, con mi familia. No es momento para estar triste ni para emocionarse. Xana estará siempre conmigo. El tifo ha sido increíble.»
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El Futuro sin Mbappé
Finalmente, Luis Enrique se refirió a la situación de Mbappé: «Nos hubiera encantado contar con Mbappé, pero su decisión fue otra. Me gusta mucho esta película porque hemos demostrado que tenemos estrellas que están al servicio del equipo. Ahora, a pensar en el Mundial de Clubes.»
Un Nuevo Capítulo en su Historia
Diez años después de conquistar la Champions con el FC Barcelona en Berlín, Luis Enrique se consagra con otro título europeo. Dos Champions con dos equipos diferentes: un logro reservado para los más grandes. En un club acostumbrado al caos, el asturiano ha impuesto serenidad, exigencia y un plan. El resultado es histórico para el PSG: su primera ‘Orejona’.
