La trayectoria del Lleida CF en la Segunda RFEF está siendo una de esas historias de desafío constante, que avanza un paso a la vez pero que se siente como una danza lenta y frustrante. En su último enfrentamiento, el Lleida consiguió su quinto empate consecutivo ante el Sabadell, un resultado que mantiene al equipo a las puertas de la quinta plaza, pero con diez puntos vitales ya perdidos en el camino.
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Empates: La Espada de Damocles
Como si fuera una espada de Damocles pendiendo sobre el equipo, los empates se han convertido en la constante de esta temporada. Con doce igualadas en 22 partidos, la escuadra se enfrenta a un desafío casi kafkiano: a pesar de ser el equipo que menos ha perdido, sus siete victorias le mantienen a siete puntos del líder, el Europa. La ecuación del empate en el Camp d’Esports y a domicilio ha resultado en una sangría de veinticuatro puntos, un dato que no es nada desdeñable. A la par del Lleida en esta gesta están el Águilas de grupo IV, con doces empates también, mientras que el Guijuelo y el Xerez Deportivo le siguen con once.
El Desafío de Ganar
El Lleida sigue en busca de esa asignatura pendiente: la victoria. Desde el 22 de diciembre, cuando derrotaron al Andratx por un claro 3-0, las alegrías completas han escaseado. Sin embargo, hay una luz en el horizonte, una resiliencia en su ADN: solo han caído derrotados en uno de los últimos quince encuentros, ante el Espanyol B, mostrando que son tan duros como una roca para derrotar.
El Arte del Empate
El equipo de Marc García parece haber hecho del empate un arte. La temporada se inauguró con dos igualadas consecutivas, presagio de lo que vendría: una ola de empates cual tsunami deportivo, especialmente desde noviembre, donde nueve de los últimos once partidos han sido tablas, siete de ellos con un bipolar 1-1. Pese a todo, el Lleida comparte corona con Terrassa como el equipo menos goleado del grupo con 18 goles encajados.
La Voz del Optimismo
En medio de esta montaña rusa de emociones, Raúl Fuster, Director Deportivo del Lleida CF, ha levantado su voz con un mensaje alentador y lleno de vibrante optimismo: «Quiero lanzar un mensaje de optimismo. Parece que todo es una catástrofe, y claro que la situación es mejorable, queremos ganar más de lo que empatamos. Recordando cuando jugaba aquí, nos metimos en un Play-off en el último minuto sin depender de nosotros mismos… Tenemos que volver a disfrutar de lo bueno.»
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Con esa esperanza en el horizonte, el Lleida CF sigue luchando, buscando transformar esos empates en victorias, en un intento incesante por alcanzar la gloria en la Segunda RFEF.
