La actuación de Kylian Mbappé en el encuentro contra el Athletic ha dejado una estela de preocupación en el panorama futbolístico francés. Su arranque de temporada ha sido titubeante, convirtiéndose en carne de cañón para los debates en su país natal, sobre todo tras sus recientes ausencias con la selección nacional durante los últimos parones.
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Un desafío sin Vinicius
Ni la oportunidad de ocupar el puesto de extremo izquierdo, debido a la baja de Vinicius, ha sido suficiente para que Mbappé despliegue toda su magia. En la derrota del Real Madrid en San Mamés por 2-1, el delantero desperdició un penalti y se mostró desconectado del juego, como un virtuoso desafinado intentando encontrar su melodía. El propio Ancelotti lo admitió sin rodeos: «Mbappé no está aún en su mejor nivel». Esta crítica resuena como un eco en Francia, donde la evaluación sobre su desempeño ha sido incluso más contundente.
Reacciones apasionadas en Francia
- Jerome Alonso, exfutbolista: «La carrera lenta en el penalti, la mirada perdida… el golpeo fue tan suave como una leve brisa. Comparado con las expectativas del Real Madrid y Mbappé, estoy más que decepcionado, estoy alarmado. Su partido fue un naufragio táctico y mental. Físicamente y en cuanto a actitud he visto un espectro».
- ‘Le Parisien’: «En términos colectivos, Mbappé estuvo tan solo como un lobo en el desierto, pero lo cierto es que Kylian no estuvo a la altura. Siempre hay un toque o un regate de más en su juego».
- ‘L’Équipe’: «Mbappé está en crisis… y no lo digo por decir. Hay balones que no cambian el rumbo del juego, pero Mbappé no se mueve, ¡ni un ápice!».
- Omar da Fonseca, exfutbolista: «Lo hemos visto ejecutar penaltis con confianza y ahora parece que su fe se ha evaporado como un suspiro al viento».
El delantero francés, que generalmente es un relámpago en el campo, parece estar enfrentando una tormenta interna que está empañando su brillantez natural. La expectativa es alta y el reto aún mayor para Mbappé, quien deberá encontrar el camino de regreso a su mejor versión. ¿Será este solo un tropezón o el preludio de un larguero en su carrera? El tiempo lo dirá.
