Que Suecia solo haya logrado sumar un punto de doce posibles en las eliminatorias es, sin duda, uno de esos misterios del fútbol que desafían la lógica. Sin embargo, el sueño de estar en el Mundial 2026 aún persiste, gracias a su posición como campeón del grupo C-1 de la Nations League, lo que les ofrece una última bala en la recámara: la repesca.
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Un Tropiezo Inesperado
El combinado escandinavo sufrió una derrota inesperada ante la Kosovo de Vedat Muriqi (0-1), complicándose la vida a pesar de contar con estrellas de la talla de Bergvall, Elanga, Bardghji, Isak o Gyökeres. Como un golpe del destino, la dupla compuesta por Isak y Gyökeres, que prometía ser un torbellino de goles, se convirtió en el epicentro de las críticas tras el fiasco. Jugaron los noventa minutos sin lograr marcar diferencias, dejando a los aficionados con un sabor amargo.
Millones en Juego, Sueños en Espera
Movieron más de 200 millones entre las transferencias de Isak y Gyökeres (150 el ex del Newcastle y 65 el ex del Sporting CP), pero su rendimiento en este segundo parón de la temporada fue una sombra de lo esperado. Como si un fantasma les hubiera robado el brillo, su actuación dejó mucho que desear.
Un ‘9’ en el Ojo del Huracán
El ‘9’ del Liverpool, señalado y en la cuerda floja, enfrenta cuestionamientos por un estado físico que le impide alcanzar el ritmo necesario en Anfield. Como en una obra dramática, este capítulo de la selección sueca está lleno de giros inesperados, dejando a todos expectantes por el desenlace en la repesca.
Con la ilusión intacta, pero con margen de mejora, Suecia deberá encontrar la manera de resurgir de sus cenizas como el ave fénix para mantener viva la esperanza de estar en la cita mundialista.
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