Tuvo que aparecer con una jugada de otro mundo para liderar la remontada de un Inter que se asomó peligrosamente al precipicio. Con una espectacular chilena, Lautaro Martínez rescató momentáneamente al equipo italiano, obteniendo un punto ante un sorprendente Urawa en Seattle. Sin embargo, fue Valentín Carboni, cedido al Marsella la última temporada, quien firmó la remontada en el Lumen Field y evitó un fracaso mayúsculo del Inter de Milán en el Mundial de Clubes con un resultado final de 2-1.

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Una Primera Mitad para el Olvido
El conjunto dirigido por Chivu tuvo una primera mitad para olvidar: sin ideas claras ni pegada. Se empeñaban en lanzar centros que eran rechazados una y otra vez por la sólida defensa nipona. En uno de los contraataques bien ejecutados por los hombres de Skorza, Watanabe aprovechó la oportunidad y batió a Sommer con un certero disparo en el corazón del área.
La Respuesta del Inter
El subcampeón de Europa saltó al césped en la segunda mitad con una intensidad renovada. A pesar de la férrea defensa japonesa, el equipo ‘nerazzurro’ llenó el área del Urawa de intentos sin éxito. Fue entonces cuando Lautaro, quien ya había empatado en el debut interista del torneo, emergió como el héroe inesperado con una chilena de ciencia ficción en un córner.
La Agonía hasta el Último Minuto
El empate temporal mantenía al Inter al borde del abismo. Sin embargo, fue Valentín Carboni, quien recién regresó tras su cesión y una recuperación de una lesión de rodilla, quien brindó la victoria en el tiempo añadido, en el minuto 93 para ser exactos. Un milagro futbolístico en Seattle que evitó otro desastre para el equipo italiano.
La emoción estaba al borde de un infarto, ya que el Inter se negó a caer en el abismo y logró pintar de gloria un partido que parecía perdido.

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