El Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona se ha pronunciado: Hugo Mallo, capitán del Celta de Vigo, fue declarado culpable de abuso sexual. El juez Salvador Roig Tejedor ha dado el veredicto, resolviendo un caso que remonta a 2019. La víctima, Carme Cona, trabajaba como mascota del Espanyol en aquel entonces, y denunció que el futbolista tocó sus pechos al meter la mano bajo su disfraz antes del partido entre el Celta y el Espanyol en el RCDE Stadium.
El Testimonio de Carme Cona: Cuatro Años de Silencio Roto
Cuatro años después de esos hechos, Carme Cona ha decidido romper su silencio. En una emotiva entrevista en Tiempo de Juego de la COPE, expresó que «lo ocurrido me hace creer que la justicia tiene sentido». Cona agregó, «Estoy satisfecha. Ha quedado bastante claro en la sentencia. Esto es lo que yo he denunciado. En ese momento me quedé en shock, lo intenté apartar y grité ‘cabrón’, pero nadie me escuchó porque estaba bajo el disfraz y en un estadio. Me dejó absolutamente chocada. No nos conocíamos de nada.»
«Si Alguien Se Lo Piensa Dos Veces, Ha Valido la Pena»
Carme Cona recuerda cómo, tras el incidente, confió en un compañero y luego, ya en casa, explotó y decidió qué hacer a continuación. No recibió ningún mensaje de Hugo Mallo ni de su entorno. «En la vida pensé en encontrarme en esta situación. Del entorno no ha habido nada. Tomé la decisión muy pronto, el día después,» agregó Cona. «Escribí un mail de repulsa al Celta y al Espanyol, que me ofreció su ayuda desde el minuto cero, tanto personal como legal.»
El Calvario Que Tocó a Cona Vivir
«Esto me ha sucedido a mí delante de 20.000 personas con cámaras. Imaginaos la cantidad de situaciones sin gente delante en las que la palabra de uno va contra la palabra del otro. Si esto sirve para que esas personas se lo piensen dos veces antes de realizar un acto perjudicial para otra persona, para que un acto así no vuelva a suceder ni en un campo de fútbol, una clase, un gimnasio… si alguien se lo tiene que pensar dos veces antes de hacer esto, ha valido la pena. Ahora no tengo que esconderme de nada. Esto ha sucedido y no tiene que volver a ocurrir.»
Un Objetivo Clave: Que No Quede Impune
Pese a la complicada situación, Carme Cona nunca pensó en tirar la toalla: «Tengo una vida superbonita, plena, estoy muy arropada por los míos… Me han acompañado todos y he tenido tanta paciencia porque no tenía prisa. Solo quería que este acto tuviera un castigo y no quedara impune. Era mi único objetivo.»
Como en una remontada épica en el minuto 90, donde todos los aficionados contienen el aliento, esta sentencia simboliza un atisbo de justicia y esperanza en un terreno que, a menudo, parece plagado de impedimentos.