Vinicius brilló con luz propia en Vallecas, protagonizando una montaña rusa de emociones durante el empate del Real Madrid, que dejó escapar dos valiosos puntos en un ambiente que se caldeó con su llegada al campo. El brasileño ingresó al terreno de juego en el minuto 63, sustituyendo a Brahim Díaz, y con tan solo media hora para marcar la diferencia, desplegó su magia y energía buscando la victoria. Estuvo a un suspiro de ser decisivo cuando, en una jugada vertiginosa, obligó al guardameta Batalla a realizar una atajada monumental.
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El constante asedio de Vinicius a la defensa del Rayo
Vinicius, como un torbellino, no paró de desgastar a la defensa del Rayo Vallecano durante su tiempo en el campo. Su incansable presión y determinación dejaron claro a los defensores que tendrían una larga tarde. Sin embargo, no solo fueron sus habilidades futbolísticas las que destacaron, sino también su temperamento. Las protestas fueron su sombra constante y esas manifestaciones airadas acabaron en una tarjeta amarilla. Martínez Munuera, el encargado del silbato, sancionó al jugador cuando este reclamó con vehemencia una falta que, a su juicio, merecía una sanción para su oponente.
Protestas y amonestaciones: un baile sobre la línea roja
Recibir la cartulina amarilla no calmó a Vinicius, quien se mostró irreductible en sus quejas. Aunque estuvo al borde de una segunda amonestación, el árbitro decidió perdonarle, permitiéndole continuar sobre el césped y seguir siendo una amenaza latente para el Rayo. Pero este comportamiento no pasó desapercibido para los expertos, como Mateu Lahoz, quien en ‘Movistar +’ señaló que «lo de Vinicius se lo tiene que mirar, no es bueno para el deporte«.
Lahoz y sus reflexiones sobre el arbitraje y las reacciones de Vinicius
El ex árbitro ofreció un análisis sincero y crítico, no solo hacia Vinicius, sino también hacia el arbitraje. Matizó que además del jugador, el colegiado también debía reflexionar sobre su actuación, ya que dejó sin castigo una falta táctica de Lejeune que desencadenó la reacción del brasileño. Esta perspectiva, aunque crítica, recordó las ocasiones en que la Federación Española ha entendido a Vinicius, como cuando anuló la única tarjeta roja que recibió en Liga, considerando que hubo provocación previa.
La actuación de Vinicius en Vallecas será recordada como una de alta intensidad, donde el espectáculo futbolístico iba de la mano con el drama en cada instante.
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