En el inicio de la temporada, todo parecía seguir el guion habitual: el Manchester City, ávido de títulos, conquistó la Community Shield frente al United. Aunque fue en los penaltis, el dominio del City parecía ser un tren sin frenos. ¿Quién sería capaz de plantarle cara al coloso de la Premier y quizás de Europa?
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De la gloria a la decepción
Sin embargo, al final del curso, el City ha mostrado sus flaquezas: una campaña para el olvido. Su desempeño en la Liga de Campeones estuvo bajo el radar, siendo eliminado por un Real Madrid que tampoco brilló esta temporada en Europa.
Resbalón en la Premier
La Premier, el auténtico termómetro del rendimiento, mostró un City lejos de su mejor versión. El equipo, que parecía tener un vínculo de acero con el título, cedió ante el empuje de un Liverpool imparable y un Arsenal revitalizado, dirigido por un Arteta que recordaba los trucos aprendidos al lado de Guardiola. Incluso, por momentos, peligró una plaza para la Champions, algo impensable meses antes.
Esperanza truncada en Wembley
La FA Cup parecía ser la tabla de salvación para los ‘citizens’. Con un recorrido casi impecable, el City llegó a Wembley. Pero allí, el Palace, un equipo que nunca había saboreado tal gloria, vivió su propio cuento de hadas, llevando a casa su primera FA Cup.
El lastre de las lesiones
Más allá de los trofeos perdidos, la temporada estuvo marcada por las lesiones. Haaland, la estrella noruega, sufrió una desafortunada racha de bajas que le impidió pelear por el título de máximo goleador. Guardiola buscó alternativas, pero encontró un vacío difícil de llenar.
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Savinho no alcanzó sus niveles del Girona y la ausencia de Rodri, el Balón de Oro, fue un obstáculo insalvable. Gündogan, de regreso al City desde el Barça, no logró ser el catalizador del cambio. De Bruyne, uno de los pilares del City, anunció su despedida, dejando un vacío emocionante en el corazón de los aficionados.
Fichajes que no hicieron la diferencia
El mercado de invierno trajo caras nuevas con nuevas esperanzas. Marmoush, Nico González, Khusanov y Echeverri llegaron con la ilusión del cambio, pero no lograron darle vuelta al sombrero. Esta temporada, que prometía ser de oro, acabó siendo una de las mayores decepciones en la carrera de Pep Guardiola.
En cada esquina de Manchester, el murmullo es el mismo: la temporada del City ha sido un desfile de altas expectativas y realidades amargas. ¡Qué rápido giró el viento en el estadio Etihad!
