En lo que prometía ser un mes de alegría y esperanza para el Girona, diciembre se ha convertido en un auténtico calvario. En cuestión de semanas, el equipo se ha despedido de la Copa del Rey, ha dicho adiós a la Champions League y solo ha logrado sumar un magro punto de los últimos nueve disputados en Liga. Para los culés, el mes fatídico fue noviembre, pero para los catalanes, diciembre es el que está pasando factura.
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Resultados decepcionantes
Los últimos partidos del equipo ‘gironí’ han sido un jarro de agua fría, especialmente por la forma en que se desarrollaron. Míchel, entrenador del equipo, seguramente ansía ver la espalda del año 2024, con la esperanza de un 2025 que recupere el rumbo hacia la competición reina en la próxima temporada.
El inicio de la pesadilla en La Cerámica
Diciembre comenzó de la peor manera posible en La Cerámica. Un primer tiempo para olvidar dejó a los catalanes con un 2-0 en contra frente al Villarreal. Sin embargo, el Girona mostró un atisbo de orgullo en la segunda mitad, logrando salvar un empate (2-2). Aún así, aquellos destellos de esperanza desaparecieron demasiado pronto.
Eliminación vergonzosa en la Copa
Tan solo tres días después, el Girona sufrió un revés inesperado al ser eliminado de la Copa del Rey por la modesta UD Logroñés, equipo de Segunda RFEF. Sorprendentemente, el equipo de Míchel no logró ni siquiera un tiro a puerta en todo el tiempo reglamentario, cayendo en penaltis. Pol Arnau, lateral del Logroñés, se vistió de héroe en una noche donde el Girona falló en cada oportunidad. «El golpe es duro. No estuvimos a la altura», reconoció un autocrítico Míchel.
Derrota ante el Real Madrid y una actuación memorable frente al Liverpool
El calendario no dio respiro, y apenas días después, el Real Madrid expuso las deficiencias del Girona con un contundente 0-3 en Montilivi. «No puede ser, hemos sido blandos», lamentaba Míchel tras el pitido final. Pero el fútbol siempre tiene giros inesperados, y contra todo pronóstico, el duelo frente al Liverpool fue uno de los más destacados para el equipo. A pesar de no conseguir marcar, el Girona plantó cara, poniendo en aprietos a Alisson en numerosas ocasiones.
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El equipo de Arne Slot se llevó la victoria de Montilivi (0-1) gracias a un penalti convertido por Mohamed Salah, otro mazazo que supuso la despedida del Girona de la Champions. «El año que viene lo haremos mejor», suspiró un esperanzado Míchel.
Un desliz doloroso en Son Moix
Para terminar el mes, el cuadro catalán se enfrentó al Mallorca en Son Moix. Con apenas siete minutos en el reloj, Van de Beek adelantó a los locales, aunque Larin igualó el marcador rápidamente. Sin embargo, una expulsión de Muriqi dejó al Girona con ventaja numérica durante más de una hora, una oportunidad que no lograron capitalizar. El definitivo 2-1 llegó tras un error garrafal de Juanpe que Gazzaniga no pudo evitar.
La pesadilla aún podría empeorar. El Girona se enfrenta pronto al Real Valladolid en Montilivi, siendo novenos en Liga con 22 puntos, a diez unidades de la ansiada Champions. Una derrota en casa podría empañar el final de un año memorable para el club. ¿Podrá el Girona cerrar el año con buenas sensaciones?