Oriol Ayala, un bastión en la defensa de la UE Olot, se ha convertido en un referente dentro del club catalán. Este central, con alma de líder, ha cimentado su carrera en Cataluña. ¿Quizás la oportunidad de salir nunca llamó con fuerza suficiente?

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Una Juventud Entre Gigantes
Tuvo una oferta del Tudelano, pero la tinta nunca llegó al papel. De joven, tuvo su travesía por el juvenil A del Real Madrid, a pesar de ser del Barça. Fue una decisión dura, llena de emociones encontradas. La nostalgia del hogar pesó más y eligió el Palamós para estar cerca y disfrutar el juego. Los años juveniles son como una montaña rusa emocional, donde prefería el calor de los suyos.
Tesoros de Olot
En Olot, Ayala ha encontrado su hogar, completando su quinta temporada. Como uno de los capitanes, siente que juega un papel crucial en el equipo. Pero a sus 28 años, la espina de no haber ascendido más en su carrera aún aguijonea. Con la ambición a flor de piel, la puerta sigue abierta a oportunidades que llamen con insistencia.
Un Juego de Constancia y Agresividad
La diferencia entre las divisiones es palpable, pero Oriol cree que, con la preparación adecuada, la Primera Federación no está tan lejana como parece. La Primera División, sin embargo, es un desafío monumental. Además de talento, es una danza de suerte y momentos oportunos.
El Muro Inquebrantable
Con sus 1,90 m, Ayala se impone como un verdadero coloso en la defensa. No teme al contacto, aunque eso a veces le pase factura en forma de tarjetas. Su estilo es agresivo, imponiendo respeto en cada duelo. Las 13 amarillas de la pasada temporada son testimonio de su compromiso en el campo.

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El Orgullo de Cataluña
La UE Olot, el «Athletic de Catalunya», recluta solo a jugadores catalanes, creando un sentimiento único. La visión del club es clara: llevar a Olot a las gradas del fútbol profesional. A pesar de la pasada temporada repleta de desafíos, la ambición no se apaga. La prioridad es mantenerse y luego soñar con los cielos altos, como un equipo familiar que busca su lugar en la élite.
