Li Tie, icono del fútbol chino, ha sido condenado a pasar 20 años a la sombra por un escándalo de corrupción. Este exfutbolista, conocido por su paso por el Everton y su participación en el único Mundial al que ha asistido China, ha caído como un castillo de naipes en medio de una dura campaña anticorrupción que ha iniciado Beijing.
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Caza de brujas contra la corrupción
Desde que Xi Jinping llegó al poder en 2012, la lucha contra la corrupción ha estado en el centro de su agenda política, y el deporte no ha quedado exento de su escrutinio. Desde 2022, se han investigado más de una docena de jugadores y entrenadores. El caso de Chen Xuyuan, exjefe de la Asociación China de Fútbol, quien fue sentenciado a cadena perpetua, ya anticipaba que las medidas serían severas.
El trágico desenlace de una estrella
La carrera de Li Tie como entrenador despegó en 2015 con el Hebei China Fortune, y llegó a su culmen como seleccionador nacional entre 2020 y 2021. Sin embargo, su historia de éxito se ha desmoronado. La justicia lo ha encontrado culpable de aceptar sobornos por valor de siete millones de euros, ocultar comisiones, hacerse con el puesto de seleccionador con métodos poco ortodoxos y amañar resultados durante su mandato.
De la gloria a la caída
Li Tie, quien brilló con luz propia al ser uno de los jugadores chinos más conocidos fuera de sus fronteras, despertó el interés del Everton después de su actuación en el Mundial de 2002. Con 34 partidos en la Premier League repartidos entre el Everton y el Sheffield United, y casi 100 internacionalidades con China, su nombre resonaba como un tambor en el corazón del fútbol asiático.
En un impactante gesto de honestidad, el propio Li Tie reconoció su responsabilidad en un documental del canal estatal CCTV, donde aseguró entre lágrimas, «Lo siento mucho. Debí mantener la mirada en el suelo y seguir el camino correcto». Reflexionó también sobre cómo algunas prácticas eran moneda común en el mundo del fútbol durante esos días. La historia de Li Tie nos recuerda que las glorias del fútbol son volátiles como el viento y que detrás de cada victoria puede haber una sombra esperando para ganar el partido de la verdad.