Oviedo.- A las 22:55 del pasado miércoles, la euforia inundó la capital del Principado una vez más. Desde la victoria ante el Andorra en la penúltima jornada de la competición regular, Oviedo vive en un frenesí de alegría y esperanza, primero por la posibilidad de jugar el playoff de ascenso y, posteriormente, por el anhelado ascenso a Primera División.
En las cafeterías ovetenses no se habla de otra cosa. El posible regreso del equipo a la élite nacional después de 23 años de penurias es el tema de conversación dominante. Durante todo este tiempo, tras haber pasado por el infierno de la Tercera y Segunda B, nunca habían estado tan cerca de lograrlo. Es por eso que cuando el árbitro pitó el final del Eibar-Oviedo, la ciudad explotó de emoción. Miles de personas salieron de sus casas para celebrar el 0-2 en Ipurúa y, ya en la madrugada, recibir al autobús del equipo en el Tartiere.
El ambiente era electrizante a las cuatro de la mañana. Los aficionados carbayones encendieron bengalas y fuegos artificiales cuando sus héroes llegaron al Tartiere desde Eibar. La seguridad del estadio se vio desbordada cuando los hinchas invadieron el parking para celebrar junto a sus ídolos. Tres días después de esta hazaña y la posterior fiesta, Oviedo sigue en ebullición.
📹 | ¡Hoy Oviedo no duerme!
🔝 Son las 04:00 de la madrugada y miles de oviedistas esperan la salida de los jugadores tras su llegada al Carlos Tartiere.
🤯 ¡Invasión al parking incluida!
El debut de la selección, en segundo plano
Ni siquiera el debut de la selección española en la Eurocopa el sábado pudo desviar la atención del partido por el ascenso del día siguiente. En las sidrerías de Oviedo, se vivió y sufrió el partido de la Roja, pero la mayoría de los ovetenses lucieron los colores de su equipo. Las camisetas con el 8 de Cazorla fueron las protagonistas, uniendo como nadie al club carbayón y al combinado nacional.
«Oye, Cazorla vuelve a ir convocado mañana, ¿no?», se escuchó durante el descanso desde detrás de la barra. «Sí, pero no creo que juegue. Carrión se lo lleva para hacer piña. No está del todo recuperado aún», le respondió el camarero a uno de sus clientes tras beberse de un trago el último culín de su segunda botella de sidra. Dicen en Asturias que hasta la tercera no vas enfiláu, así que había margen para otra más durante la reanudación.
La tertulia futbolera se alargó hasta el final del partido. «¿Quedamos para comer mañana?», preguntó uno de los asistentes que llevaba una camiseta de Cazorla mientras pagaba la cuenta. «Sí, pero prontito. Es el partido del siglo. Va a haber un gran recibimiento y esto se va a petar», le respondió su compañero antes de despedirse del dueño del local y poner rumbo a casa.
Polémica por el recibimiento del autobús
El recibimiento del autobús del domingo ha generado cierta controversia entre los aficionados. El Real Oviedo y la Delegación del Gobierno han decidido tomar medidas para evitar problemas durante la llegada del equipo. «La ilusión está desbordada y el exceso de entusiasmo lleva a situaciones peligrosas. El otro día fue una locura, con riesgos inevitables. Tenemos que tomar medidas: se va a vallar toda la calle y contaremos con una mayor intervención policial«, afirmó Jesús Álvarez, jefe de seguridad del club.
«El conductor del autobús es un crack, pero se queja de que en esas situaciones no ve. La situación es muy peligrosa. Estamos tratando conjuntamente con las fuerzas y cuerpos de seguridad de evitar problemas. No queremos que nadie sufra un accidente o lesión y no hagamos nada«, añadió Álvarez. Esta decisión ha generado críticas entre algunos aficionados, descontentos con el vallado.
La APARO, asociación de peñas del Oviedo, ha hecho un llamamiento a la calma y ha pedido a los seguidores que «no se interpongan en la trayectoria del autobús» y que «respeten el acotamiento del recorrido» para evitar que la gran fiesta del oviedismo termine en una desgracia.
Barcelona-Oviedo, en autobús
La ilusión también se ha apoderado de la afición del Espanyol. En apenas doce horas se vendieron todas las entradas para el partido de vuelta en Cornellà-El Prat. Tampoco faltarán en el Tartiere sus seguidores, que agotaron los boletos disponibles en la zona visitante. La clasificación del Espanyol fue confirmada este jueves por la noche, lo que hizo que muchos aficionados tuvieran que enfrentarse a vuelos a precios desorbitados. Para algunos, será una auténtica odisea llegar hasta Asturias. Los que viajan en autobús pasarán dos noches en él, saliendo a medianoche del sábado y regresando a Barcelona el lunes por la mañana.
La mayoría de los aficionados del Oviedo también viajarán en autobús a Barcelona para el partido de vuelta. «Los vuelos están a más de 400 euros», comentan algunos de sus seguidores. Desde la federación de peñas del club carbayón, están haciendo malabares para satisfacer la demanda de entradas, que supera ampliamente la oferta disponible. La ilusión de vivir un ascenso después de 23 años ha desbordado a toda la ciudad de Oviedo, que mañana vivirá uno de los partidos más importantes de su historia reciente.
- RCD Espanyol de Barcelona