Elías García: Sueños de Portería Interrumpidos por la Mala Fortuna
Elías García, nacido en Belissalem, Mallorca en 1999, fue destinado a convertirse en la próxima gran estrella bajo los tres palos del Mallorca. Desde Son Moix, la afición soñaba con un guardameta cuya destreza evocaba nombres como Courtois o De Gea. No fue pura casualidad. Su envergadura de 1.96m y un talento innato despertaron el interés del Real Madrid en el verano de 2017. «Me querían sí o sí para jugar la Youth League con el Juvenil A y ser el segundo del Castilla, porque Luca Zidane era el titular», relató Elías a Relevo. Sin embargo, su traspaso al gigante blanco no siguió el guión esperado.
Un Debut soñado que Nunca LLegó
«Me fichan lesionado, cuando estaba terminando de recuperarme de una rotura de menisco interno», explicó Elías, ahora portero del Andratx en la Segunda Federación. Su llegada a Valdebebas, descrita por él como «alucinante» por sus instalaciones al nivel de otro planeta, quedó empañada por un telón de lesiones que nunca terminaban. «No fui convocado y tampoco jugué. Solo pude entrenar dos semanas», confesó, mientras su progresión se veía frenada por una auténtica pesadilla de recaídas.
Un Viaje Amargo de Operaciones y Dudas
Elías recuerda con amargura la secuencia de fatalidades: «Llegué casi al final de la recuperación, pero recaí. Volvieron a operarme y fue un bucle sin fin.» Su fichaje por el Real Madrid llegó en el momento perfecto, o eso parecía, al punto de ser considerado una joya de la cantera bermellona, con una cláusula de 9 millones. Pero la Fórmula se deterioró: constantes recaídas y un destino cruel le privaron de alcanzar el potencial que los ojeadores reales vaticinaban.
«Me Empecé a Plantear mi Futuro sin el Fútbol»
Después de una temporada en blanco y de regreso al Mallorca, Elías se enfrentó a una dura realidad: «Recaigo de nuevo. Eso fue muy duro, porque empecé a plantearme mi futuro sin el fútbol, a pensar en qué sería de mi vida.» Las lesiones le mantuvieron alejado del campo durante más de dos años. «Los doctores no sabían qué decirme y tuve que explorar otras vías. Me trasplantaron el menisco», añadió con resignación.
Una Carrera Truncada pero No Vencida
«Te preguntas por qué te ha pasado esto, por qué a ti y por qué en ese momento y no antes o después», reflexionó Elías, quien mientras luchaba con la adversidad, decidió formarse fuera del campo. «Terminé segundo de bachiller y me apunté a un grado superior que no me gustó, pero era consciente de que tenía que hacer algo.» Aprovechando las mañanas libres, decidió sacarse el carné de camión: «No podía estar sin hacer nada y es de lo que trabajo por las mañanas».
En su retorno al Mallorca, apenas jugó dos partidos con el filial, antes de una nueva odisea por equipos modestos como el Antequera, Socuéllamos y Manacor hasta llegar al Andratx.
El Apoyo que Nunca Faltó
«Me ayudó mucho mi pareja, mi familia y mi representante. El fútbol a veces te lleva por otros caminos», concluyó Elías, a modo de resumen de un calvario de más de tres años que le privó de disfrutar del fútbol, de sumar minutos con el Real Madrid y quién sabe si de alcanzar la élite, algo que en Mallorca soñaron para él. Su historia es un recordatorio de que a veces, los sueños, aunque truncados, nos conducen por caminos inesperados donde siempre hay nuevas metas por alcanzar.