El Borussia Dortmund, que llegaba con la moral tocada al enfrentamiento contra el Friburgo, salió de su visita con un impulso renovado. El equipo de Nico Kovac se paseó por el campo de juego en su compromiso liguero previo a su crucial cita contra el Barça en la Champions League, sacando fuerzas para esta primera ‘final’ europea.
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Un once lleno de sorpresas y ausencias
La escuadra alemana saltó al terreno de juego con un alineación en la que combinaban a sus titulares habituales con algunas rotaciones forzadas por lesiones. Las bajas notables fueron las de Nico Schlotterbeck y Yan Couto, quienes purgaban sanción, mientras que Guirassy y Nmecha lidiaban con molestias musculares. En medio de estas adversidades, la aparición de Carney Chukwuemeka en el once inicial del Dortmund se llevó todos los focos, quizás también pensando en su participación ante el Barcelona para reemplazar a Pascal Gross en el centro del campo.
Un inicio frío y una primera parte electrizante
El partido comenzó con una atmósfera gélida, donde ninguno de los equipos lograba tomar el control absoluto ni encontrar caminos claros hacia el gol. Sin embargo, fue el Dortmund quien mostró mayor intención ofensiva y las primeras aproximaciones al área no tardaron en llegar. En el minuto 34, cuando el Friburgo comenzaba a despertar, Adeyemi se sacó un truco de la chistera con una jugada individual brillante que adelantó a los de Kovac. Las emociones se mantuvieron contenidas hasta que finalizaron los primeros 45 minutos.
Ritmo y contundencia
La segunda mitad se transformó en un terreno más vibrante. El Friburgo, en búsqueda desesperada del empate, dejó espacios atrás que el Dortmund no tardó en explotar. En el minuto 52, Chukwuemeka, la revelación del once inicial, definió con gran precisión para ampliar la ventaja. El Dortmund encarriló bien el encuentro, sin necesidad de dominar el balón en exceso.
Sentencia y descanso para las figuras
Sin ser misericordioso, el Dortmund asestó el golpe definitivo en el minuto 68 con un tanto de Guirassy que ya dejaba el partido prácticamente cerrado. Con el duelo contra el Barcelona en el horizonte, Kovac decidió retirar a Adeyemi y Chukwuemeka del campo, dando descanso y cuidando a sus piezas clave.
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Un final con luces y sombras
En los compases finales, Gittens selló el dominio del Dortmund con un certero cabezazo, mientras que el Friburgo consiguió maquillar el marcador con un gol de Maximilian en el minuto 88. A pesar de esto, la fulgurante contundencia y acierto del Borussia brillaron más que el esfuerzo local, que acabó pagando caro sus indecisiones en ataque.
El equipo de Nico Kovac regresa a casa con tres puntos esenciales en la batalla por los puestos europeos, y se prepara con renovado entusiasmo para su próximo desafío en el Camp Nou. Esta victoria, como un espaldarazo emocional, aviva la llama de su ambición continental.
